domingo, 16 de julio de 2017

Cómo prevenir los perjuicios que causan las malezas.

Las malezas ocasionan serios perjuicios en las explotaciones agropecuarias: 

-Extraen sustancias nutritivas y humedad del suelo, provocando el empobrecimiento y la pérdida de productividad de las tierras; 

-Su competencia con las plantas cultivadas se traduce en la disminución de la producción agrícola y ganadera en cantidad y calidad; 

-Obligan a inversiones y gastos extras por la necesidad de equipos y de herbicidas para su control;

-Muchas especies son tóxicas para el ganado, otras tienen espinas que provocan la depreciación de pieles y lanas; 

-A veces hospedan insectos y enfermedades que luego pasan a los cultivos, etc.

Foto:  INTA


Todos los años el productor se ve obligado a gastar esfuerzos y recursos para combatir las malezas de sus sembrados y pastoreos. Si por descuido o desconocimiento no previene la introducción de ciertas especies perjudiciales, que se agregan a las que normalmente aparecen en el campo, el problema se irá agravando a través del tiempo y cada vez le resultará más difícil obtener un control económico.

Aquí, como en medicina humana, tiene pleno valor el aforismo: prevenir es mejor que curar. Cuántos inconvenientes se hubiera evitado más de un productor si, mediante una vigilancia oportuna, hubiera descubierto los focos iniciales de la invasión de ciertas malezas perennes, como el sorgo de Alepo, gramón, sunchillo, yuyo San Vicente, cebollín y otras, y hubiera procedido a su inmediata destrucción antes de que estas plagas tomaran un estado generalizado en todo el campo.

En cada zona existe una cantidad relativamente escasa de especies de malezas, comparada con el número de ellas que puede competir con un determinado cultivo si se dan las condiciones que permitan su entrada desde otras áreas. No debemos olvidar que muchas plagas peligrosas que hoy existen en la Argentina son exóticas en su origen y que muchas otras, que no se conocen en nuestro país, están presentes en otras partes del mundo y algún día pueden ser introducidas.

Los programas de prevención de malezas, si se planean adecuadamente, pueden ser desarrollados en extensiones de cualquier tamaño. Las principales medidas a tener en cuenta son las siguientes:

1) Emplear semilla pura, libre de semillas de malezas. La de inferior calidad, lleva mezclada muchas malezas, que durante la siembra se incorporan al terreno y aparecen posteriormente en el cultivo. 

2) No alimentar el ganado con grano, heno u otro forraje que contengan semillas de malezas sin previamente destruir su viabilidad por medio de calor, ensilado o en cualquier otra forma.

3) No permitir que el ganado proveniente de un área infestada se traslade directamente a un lote limpio. En estos casos debe procederse a su adecuado encierro a corral durante un período mínimo de 24 horas, para facilitar la eliminación de las semilas de malezas existentes en el tracto digestivo, por medio de las deyecciones.

4) Limpiar las cosechadoras, clasificadoras, enfardadoras y otros implementos agrícolas antes de trasladarlos desde un campo o cultivo "sucio" a otro "limpio".

5) Evitar el uso de la tierra proveniente de áreas infestadas. Esto es importante en la construcción de parques y jardines.

6) Controlar las plantas con pan de tierra que se obtienen en viveros infestados, que pueden ser portadoras de órganos de multiplicación vegetativa de diversas malezas. Esta es la forma común en que se suelen introducir algunas plagas como el cípero, yuyo San Vicente, etc.

7) Mantener libres de malezas o, por lo menos, evitar su semillado, en las vías férreas, caminos, costados de alambrados y otras áreas no cultivadas.

8) Controlar las plantas invasoras que crecen en los canales de riego, ya que el agua actúa como vehículo de su difusión.

9) Evitar el sobrepastoreo, hacer rotación de cultivos, realizar todas las prácticas recomendadas para el buen manejo de la explotación y que, de distinta manera, contribuyen a impedir que se acreciente la invasión de malezas.

10) Mantener una continua vigilancia para detectar la presencia o aparición de nuevas especies perjudiciales y eliminarlas tan pronto como se descubran, antes de que se difundan y hagan que la lucha resulte más costosa.

Todas estas medidas están al alcance del productor, pero debido a que las malezas migran como semillas o como órganos vegetativos, en muy diversas formas, los mejores resultados se obtienen con una acción cooperativa y con intervención del Estado, que debe fiscalizar el comercio de importación y el tránsito dentro del país, de semillas y plantas susceptibles de ser portadoras de maezas.


Fuente: Adaptado de: Ing. Agr. Osvaldo Mársico: "Malezas, un cruel enemigo que no reconoce treguas". Clarín Rural, año 1975.

Comentario: Cuando esta nota fue escrita, el autor, un prestigioso especialista en el tema, no imaginaba los progresos que vendrían unos 20 años después con la utilización de los cultivos con evento RR y la utilización masiva de dosis altas de glifosato, tecnologías que revolucionaron el control de malezas. No obstante ello, en haras de trabajar con la idea del manejo integrado de plagas y reducir, en lo posible, la utilización de herbicidas, no están de más estos consejos, en especial con la permanente aparición de especies de malezas resistentes al glifosato.

Problemas que generan las malezas a nivel general.

Por Carlos Enrique Alvarez

En líneas generales, cuando se habla de malezas, se piensa en los daños que estas especies vegetales producen en la producción agrícola. Las malezas establecen una fuerte competencia con los cultivos implantados: expolian agua y nutrientes esenciales, lo que, a la larga, produce una disminución del rendimiento agrícola de dichos cultivos.

Pero las malezas también constituyen, en ciertas circunstancias, un problema de saneamiento a nivel general, lo que obliga a encarar acciones para su control.

Esta es una breve lista de algunos de los problemas que generan las malezas en general:

-Desmejoran la presencia de los establecimientos.

-Son albergue y escondite de roedores, insectos, y otras alimañas.

-Impiden la visualización de carteles indicadores, cruces de rutas, vías férreas, etc.

-Invaden las banquinas de rutas y caminos.

-En terrenos baldíos, crean focos insalubres.

-En canales de riego y drenaje, impiden el libre escurrimiento del agua.

-En estanques y lagunas llegan a producir dificultades para el ecosistema.

-Impiden el libre acceso a los recorridos de inspección en ductos y líneas eléctricas.

-Afectan el buen funcionamiento y acceso en instalaciones industriales.

Basura Cero

La política que promueve el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a partir de la Ley 1.854 “Basura Cero” promulgada en enero de 2006 y reglamentada en mayo de 2007 respecto a gestión de los residuos sólidos urbanos, está orientada a la eliminación progresiva de los rellenos sanitarios. 

Basura Cero plantea la adopción de medidas dirigidas a la reducción de la generación de residuos, la recuperación y el reciclado así como también la disminución de la toxicidad de la basura y la asunción de la responsabilidad del fabricante sobre sus productos. 

La Dirección General de Reciclado creada por el Decreto 2075/07 forma parte de una política pública orientada a la implementación de la gestión integral de los residuos. En el marco del cumplimiento de la Ley 1.854 es el área responsable de incrementar los niveles de recuperación y reciclado de materiales producidos en la Ciudad.

Los objetivos principales que se están llevando a cabo son:

#Concientizar a los vecinos y a los grandes generadores acerca de la necesidad de la separación en origen de residuos, diferenciando entre reciclables y basura.

#Minimización de los residuos a enterrar mediante la consolidación de práctica de separación de materiales reciclables en origen.

#Formalización e integración de los Recuperadores Urbanos en el circuito del servicio público de recolección diferenciada.

#Garantizar los espacios necesarios para la disposición final, incorporando nuevas tecnologías.

#Proyectos ambientales que contemplan la puesta en marcha de sistemas de recuperación y reciclado de residuos sólidos urbanos.

#Aumento de los materiales que regresan como materia prima post consumo a la industria. 
Contribuir al ordenamiento de la cadena de valor del reciclado. 

Metas de reducción progresiva: 

Tomando como línea base la cantidad de 1.497.656 toneladas de residuos enviados a relleno sanitario durante el año 2004.

30% para el año 2010 
50% para el año 2012 
75% para el año 2017

Se prohíbe la disposición final de materiales tanto reciclables como aprovechables para el año 2020.

Fuente: www.buenosaires.gov.ar 

Código de Etica Ambiental.

Los grandes avances científicos y tecnológicos de nuestra era han contribuído al bienestar social de la humanidad en múltiples aspectos. No obstante, la aplicación de estos avances no siempre ha ido pareja al progreso cualitativo del grado de civilización de la sociedad, pues con mucha frecuencia asistimos a atentados ecológicos de distinta índole y magnitud que podrían ser evitados.

Cada uno de nosotros, en nuestro vivir cotidiano y en el desempeño de nuestras tareas profesionales, tiene la obligación de preservar el ambiente para nuestro propio disfrute y para el de las generaciones futuras.

Conciente del relevante potencial modificador del entorno natural del planeta que tiene la Ingeniería, recientemente la Federación Mundial de Organizaciones de Ingenieros (FMOI) ha hecho público un código de ética ambiental destinado a sus miembros, que ha sido elaborado por su Comité de Ingeniería y Ambiente. Este código preceptivo consta de siete puntos en los cuales se invita a todos los ingenieros a:

1) Poner toda su capacidad, coraje, entusiasmo y dedicación para obtener resultados técnicos óptimos, contribuyendo a promover y lograr un entorno sano y agradable para todos los hombres, ya sea en espacios abiertos como en el interior de los edificios.

2) Esforzarse por alcanzar los objetivos beneficiosos de su trabajo con el menor consumo posible de materias primas y energía y con la menor producción de residuos o de cualquier clase de contaminación.

3) Discutir las consecuencias de sus propuestas y acciones, directas o indirectas, inmediatas o a largo plazo, sobre la salud humana, la equidad social y los sistemas de valores locales.

4) Estudiar cuidadosamente el ambiente que será afectado, evaluar los efectos o daños que puedan sobrevenir en la estructura, dinámica y estética de los ecosistemas involucrados, urbanizados o naturales, incluído el entorno socioeconómico, y seleccionar la mejor alternativa para contribuir a un desarrollo ambientalmente sano y sostenible.

5) Promover un claro entendimiento de las acciones requeridas para restaurar y, si es posible, mejorar el ambiente que pueda ser perturbado, e incluirlas en sus propuestas.

6) Rechazar toda clase de encomiendas de trbajos que impliquen daños injustos para el entorno humano y la naturaleza, y negociar la mejor solución social y políticamente posible.

7) Tener en cuenta que los principios de interdependencia, diversidad, mantenimiento, recuperación de recursos e interrelación armónica de los ecosistemas forman las bases de la continuidad de nuestra existencia, y que cada una de esas bases posee un límite que no debe ser violado.


Fuente: Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana (OPS); año 66, Vol. 103, Nº4, p. 418. Washington DC (EUA). Octubre/ 1987.

La importancia de las medidas de saneamiento en el control de vectores y reservorios

Sólo vamos a ocuparnos aquí del problema de las ratas y de las moscas por su universalidad, pero muchas de las medidas que se mencionan pueden tener suma importancia para el control de diferentes insectos u otros organismos biológicos.

Las ratas interesan por la enfermedades que pueden propagar al hombre y por los perjuicios económicos que causan. Son responsables de la peste bubónica y del tifus exantemático (ambos transmitidas por pulgas), de la leptospirosis y la triquinosis, y en cierta medida de otras enfermedades, como la salmonelosis, etc. En la Argentina, ciertas especies de ratones de campo se han visto involucradas en la transmisión de la fiebre Hemorrágica Argentina y la infección por Hantavirus.

Su acción destructora es casi ilimitada: se ejerce sobre los granos en general, frutas, vegetales, aves de corral, mercaderías almacenadas, estructuras edilicias, etc.

Teniendo en cuenta los factores responsables favorecedores de su creación, la abundancia de roedores puede tomarse como una medida del grado de eficiencia de los servicios de saneamiento de una ciudad. Las actividades de control sólo pueden ser eficaces si se realizan mediante planes integrados y permanentes de lucha, en los que se asigne preferente atención a las acciones destinadas a crear condiciones inadecuadas en el medio para la vida del roedor. Unicamente así y no mediante campañas esporádicas, basadas solamente en el empleo de raticidas, pueden lograrse positivos beneficios en esta lucha.

La correcta eliminación de las basuras, el mantenimiento de la limpieza de la vía pública y la higiene del medio en general, son medidas de saneamiento cuyos alcances van todavía más allá de lo exigido para el control de los roedores.

La lucha contra las moscas encuentra igualmente en estas acciones de saneamiento del medio el fundamento básico de los programas para combatirlas. Sin pretender discutir la importancia epidemiológica de las moscas, no puede dejar de reconocerse su papel como transportador mecánico de gérmenes.

En un estudio realizado en Chile se pudo demostrar la preferente contaminación de las moscas con gérmenes entéricos. Sobre un total de 1.000 moscas capturadas en distintos ambientes, se encontró una proporción de 84 % de enterobacterias y un 16 % de otras familias bacterianas. También es ilustrativa otra investigación llevada a cabo en Egipto: entre moscas capturadas en distintos sitios y con los cuales se formaron 156 criaderos de 25 moscas cada uno, se comprobó en todos ellos, excepto en uno, positividad para Escherichia coli, Shigella sp o Salmonella sp. Se reveló asimismo que la mosca puede ser portadora de shigellas durante 12 días y de salmonellas hasta 28 días.

Hay otras observaciones interesantes que documentan de igual modo la importancia de la mosca en la transmisión de gérmenes patógenos. En la ciudad de Boston se encontró que la morbilidad por diarreas en niños, sufrió una reducción de más del 50 % cuando se evitó que las moscas tomaran contacto con las heces (programa de letrinas). Hubo una significativa diferencia en la prevalencia de infección por Shigella, así como en el número de casos notificados de diarrea y de defunciones por diarrea y enteritis en niños menores de 10 años, en ciudades en las que se realizó el control de moscas, comparativamente con otras ciudades de similares características en las que no se llevó a cabo ninguna medida de control.

La lucha contra las moscas puede darse como ejemplo más demostrativo de la importancia que adquieren las medidas de higiene del medio, en contraposición con el uso exclusivo de insecticidas en los programas de lucha. La mosca es uno de los insectos que más rápidamente desarrollan resistencia a los insecticidas. Hay suficiente experiencia probatoria de su ineficiencia a largo plazo comparativamente con las medidas de saneamiento ambiental. Es indispensable la organización eficiente del servicio de limpieza de las ciudades y el de la recolección final de residuos domiciliarios, a fin de obtener resultados positivos en esta lucha.

Fuente: Adaptado de: Olivieri, Félix y colab.; Cátedra de Medicina Preventiva y Social; Capítulo VIII, pp 183/ 186; 2da Edición, Buenos Aires, EUDEBA, año 1982.

Control de plagas en Jardines materno-infantiles.

Por Carlos Enrique Alvarez

El reciente comienzo de otro año lectivo, hace propicia la oportunidad para efectuar algunos comentarios sobre los beneficios que puede reportar a una institución educativa cualquiera, incluído el jardín materno-infantil, un correcto servicio de control de plagas. Sería importante poder incluir este tipo de servicios entre las tareas preparatorias para el inicio de las actividades, tareas que se desarrollan en verano, es decir, la época más propicia para el desarrollo y procreación de todo tipo de insectos.

Sabemos que los insectos y roedores afectan a la salud del hombre, el medio ambiente y las actividades económicas. Los jardines de infantes reúnen, a su vez, muchos factores de riesgo que hacen sumamente recomendable la aplicación de diversas técnicas de control de plagas:

# Alta densidad de ocupación e ingreso-egreso de personas. 

# Usuarios provenientes de distintos estratos socioeconómicos.

# Moderada incidencia de casos de pediculosis.

# Alta responsabilidad en la prevención de enfermedades que puedan afectar la salud de los niños que concurren.

# Utilización de casas de muchos años de antigüedad, en la gran mayoría de los casos, proclives a la anidación de insectos y roedores.

# Manipulación y elaboración de comidas.

# Utilización intensa de servicios sanitarios.

Quizás se podrían enumerar muchos factores más, pero con los expuestos es más que suficiente para comprender la necesidad de un buen servicio de control de plagas. Pero veamos ahora algunos de los peligros que pueden acarrear los insectos. 

Las cucarachas y las moscas, particularmente en las épocas más calurosas, ponen en peligro la salud de los niños, siendo portadores de los gérmenes responsables de la diarrea estival y otras enfermedades infecciosas, como el cólera, si bien esta última, afortunadamente, no ha avanzado hacia nuestro país hasta ahora. La pediculosis, de importante incidencia en el medio educativo, no es una enfermedad cuyo control dependa de un buen servicio de control de plagas, pero no debemos descartar la importancia que este tiene, como un medio complementario más para controlar tan molesta parasitosis. Por el contrario, la tenencia de animales domésticos en algunos jardines de infantes, puede provocar ocasionalmente infestaciones por pulgas, cuyo control debe ser realizado mediante la aplicación de los insecticidas adecuados, sin perjuicio del correcto control veterinario de los animales. En algunas oportunidades, los establecimientos educacionales pueden verse afectados por pequeñas epidemias de hepatitis y/o meningitis. El papel de los insectos es de importancia, especialmente en el primer caso, conjuntamente con un eficiente tratamiento de desinfección en servicios sanitarios y cocina. Las casas viejas suelen albergar hormigas y arañas, que con sus picaduras pueden ocasionar severas molestias. Ciertos tipos de araña como la Loxosceles, bastante común en las casas añosas, puede provocar en los niños cuadros clínicos raros e, inclusive, la muerte.

Una adecuada supervisión técnica, previa al servicio, evaluará cada situación en particular y determinará las técnicas a aplicar con sus correspondientes presupuestos. La implementación de los trabajos referidos traen como consecuencia: ambiente de trabajo agradable, manipulación y elaboración higiénica de comidas, menor ausentismo laboral, conservación de la salud y prevención de las enfermedades de los niños.

Toxicología de los insecticidas piretroides.

Muchas plantas han desarrollado sus propias defensas químicas frente a los insectos. Actualmente, existe gran interés en el empleo de estas sustancias naturales como insecticidas. Generalmente, las moléculas presentes en las plantas son difíciles de aislar, resultando complicada su fabricación a escala comercial; sin embargo, esas sustancias han servido para sintetizar nuevos tipos de insecticidas.

Antecedentes.

El piretro es el extracto de la oleorresina de las flores secas del pyretrum, flor similar a la margarita, que se ha utilizado como insecticida durante siglos. El piretro contiene cerca del 50 % de ingredientes insecticidas activos, conocidos como piretrinas.

Los productos a base de piretro y piretrinas se utilizan para controlar plagas en interiores, ya que no son suficientemente estables en presencia de luz y calor, para permanecer como residuos activos en los cultivos.

En cambio los insecticidas sintéticos conocidos como piretroides (químicamente similares a las piretrinas) si tienen la estabilidad necesaria para la aplicación agrícola, en casas y jardines, y para el tratamiento de enfermedades por ectoparásitos.

La obtención de piretrinas sintéticas, denominadas piretroides, se remonta a la fabricación de la aletrina en 1949. Desde ese entonces, su uso se ha ido ampliando en la medida en que los demás pesticidas eran acusados de alta residualidad, bioacumulación y carcinogénesis (organoclorados) y, por otra parte, el alto efecto tóxico en organismos no plaga y en mamíferos (carbamatos y organofosforados). Los piretroides no son inhibidores de la colinesterasa. Entre los numerosos compuestos piretroides existentes figuran: aletrina, deltametrina, tetrametrina, permetrina, cipermetrina, ciflutrina, tralometrina, lambdacialothrina, esbiothrina, etc.

Aspectos toxicológicos.

Ciertos piretroides presentan una gran neurotoxicidad en especímenes de laboratorio cuando se administran por inyección endovenosa; otros son tóxicos por vía oral, sin embargo, la toxicidad sistémica por inhalación y absorción dérmica es baja.

La absorción limitada puede ser responsable de la baja toxicidad de algunos piretroides. La mayoría de los metabolitos de los piretroides se excretan con rapidez por el riñón.

Si se absorben dosis elevadas, pueden causar incoordinación, temblor, salivación, vómito, diarrea e irritabilidad al sonido y al tacto. Las dosis extremas ocasionan convulsiones en animales de laboratorio.

Además de la neurotoxicidad sistémica algunos piretroides causan parestesias en humanos, cuando los materiales líquidos y volátiles se ponen en contacto con la piel. Las sensaciones se han descrito como picazón, ardor, comezón, hormigueo. La piel de la cara puede ser el lugar más afectado, pero algunas veces estas sensaciones aparecen en manos, antebrazos y cuello. La transpiración, la exposición al sol o al calor y la aplicación de agua incrementan las sensaciones desagradables.

En países en vías de desarrollo se utiliza la permetrina para controlar piojos o infestaciones de moscas. A veces estas personas experimentan comezón y ardor en el lugar de la aplicación, aunque esto corresponde a una exacerbación de las sensaciones causadas por los parásitos mismos y no es típica de la reacción parestésica.

Tratamiento de la intoxicación por piretroides.

1) Eliminar de inmediato la contaminación cutánea, lavando la zona con agua y jabón. Si aparece efectos parestésicos o irritantes, buscar tratamiento médico. Las preparaciones oleosas con vitamina E son muy eficaces para prevenir la reacción parestésica y detenerla. No aplicar óxido de zinc.

2) Tratar rápidamente la contaminación ocular mediante un enjuague prolongado con abundante agua limpia o solución salina. Si persiste la irritación consultar en un servicio de Oftalmología.

3) La ingestión de un insecticida piretroide representa un riesgo relativamente bajo.

4) Si se han ingerido cantidades pequeñas de piretroide, o si se ha retrasado el tratamiento, administre carbón activado por vía oral.


Fuente: Boletín electrónico informativo sobre Productos y Residuos Químicos, Año 3, Nº 22, Febrero/ 2007, UNMSM, Lima, Perú.

Riesgos potenciales de los agroquímicos.

Ing Agr Mirta Graciela García.

El impulso tecnológico y en particular, la mecanización de los establecimientos agropecuarios ha generado cambios en el ambiente urbano y rural. Los mayores problemas son a nivel ambiental, en parte justificado por las cíclicas crisis económicas que han llevado a la falta de inversión del sector.

Foto:  UNLP


Tanto es así que se producen contaminaciones difusas y puntuales debido al empleo de tecnologías y prácticas agronómicas poco limpias como:

-Uso intensivo de agroquímicos,

-Aplicación al suelo de estiércoles y/o lodos crudos de las plantas depuradoras sin tratamiento previo,

-Sistemas de producción animal intensiva sin considerar un serio plan de tratamiento de efluentes sólidos, líquidos y gaseosos,

-Riego con aguas de mala calidad,

-Manejo de lagunas anaeróbicas sin un aislamiento adecuado, etc 

Nos referiremos al uso de agroquímicos (plaguicidas, herbicidas y fertilizantes) que, como son compuestos orgánicos altamente persistentes en el ambiente, generan riesgos de contaminación aún no bien conocidos, pero potencialmente graves. 

Si bien son aplicados en la superficie del suelo, pueden abandonar dicha zona mediante el proceso de lixiviación. El riesgo potencial para que un agroquímico alcance la capa freática está en función de las características físico químicas del compuesto, propiedades del suelo, condiciones climáticas y prácticas de manejo del suelo.

Los agroquímicos denominados plaguicidas son sustancias que tienen por objetivo controlar, prevenir o destruir cualquier plaga, incluyendo aquellos transmisores de enfermedades humanas. De acuerdo al individuo que combaten se denominan: insecticidas, funguicidas, avicidas, acaricidas, nematicidas, vermicidas y herbicidas.
También los fertilizantes, en menor medida, por la limitación de su uso, cuando no son absorbidos por los cultivos contaminan las aguas superficiales y subterráneas contribuyendo de manera significativa al calentamiento de la atmósfera (liberan dióxido de nitrógeno) y destruyen la capa de ozono.

Respecto al plaguicida que se esparce por el campo, se incorpora al ciclo de la naturaleza. Cuando los niveles de toxicidad son altos, los químicos no se disuelven naturalmente y son el alimento de otras especies que pueden ser consumidas por otros animales o el hombre o incorporarse a las plantas.

El PNUMA advierte que estos compuestos "no se degradan fácilmente y perduran por muchos años en el ambiente", afectando "los procesos reproductivos y de desarrollo, provocando daños neurológicos e inmunológicos en los humanos y en otras especies animales".

Según la Organización Mundial para la Salud (OMS), muchos de los plaguicidas que se comercializan en el mercado son "extremadamente peligrosos", entre los más conocidas están: el Paratión, el Dieldrin, el Metilazinfos, el Carbaril, los Piretroides, el Lindano (de la familia del temido DDT), etc.

Las formas de intoxicación pueden ser directas: si se trabaja en la fabricación o en la aplicación de los productos; o indirectas: si se ingieren alimentos o se entra en contacto con envases que contiene residuos de agroquímicos.

Las vías de penetración son tres:

• por la boca (oral)
• por la piel (dermal)
• por la nariz o la boca ( inhalación) 

La contaminación más frecuente es a través de la piel expuesta, cuando se derrama un producto, por medio de goteras, salpicaduras o el rocío del pulverizador. De allí que el principal énfasis en las recomendaciones sea minimizar el contacto de los productos con la piel.

El riesgo de inhalación puede ocurrir debido a que algunos productos fitosanitarios son volátiles o porque el método de aplicación produce partículas líquidas o sólidas, lo bastante finas como para que se puedan inhalar.

Si bien la vía oral es la ruta menos probable de riesgo las precauciones generales se deben tomar siempre, aún con los productos de baja toxicidad.

La forma indirecta de intoxicación más silenciosa proviene de la ingesta de alimentos en los cuales persiste el efecto residual del producto. Otros problemas secundarios se observan a largo plazo, por la falta de un adecuado destino final de los envases de los agroquímicos utilizados.

Fuente: www.minagri.gob.ar

Pulverizadora agrícola de arrastre Metalfor FUTUR 3000.

Presentamos las características generales de una pulverizadora de arrastre, la FUTUR 3000, producida por la empresa Metalfor S.A., ubicada en la ciudad de Marcos Juárez, provincia de Córdoba.



Tren medio.

Doble tensor para soportar grandes exigencias. 
Suspensión neumática con amortiguadores. 
Barra estabilizadora transversal para evitar oscilaciones laterales del chasis y botalón. Trocha fija de 2,10 metros y trocha variable de 2,62 a 2,80 metros.

Chasis.

Tubos conformados de 6 mm de espesor. 
Sistema de levante de cuadro de gran robustez. 
Tratamiento anticorrosivo con pintura epoxi. 
Capot delantero para protección de bomba de pulverización y comandos.

Circuito de pulverización.

Comando y electro válvulas de pulverización con 5 cortes de sección. 
Comando auxiliar con reguladora de presión para agitación. 
Bomba Udor RO 160 1C a membrana de 4 pistones de 160 lts/min y 20 bar de presión máxima. 
Mezclador de productos rebatible de 20 lts. con enjuague y lava bidones. 
Corte general y por secciones eléctrico. 
Motobomba de carga de 5 hp y 500 lts/min. 
71 picos quíntuples a 0.35 cm (3 juegos de pastillas) y simples a 0.52 cm. con tapas ciegas p/aplicación de fertilizantes líquidos, montados sobre cañería de acero inoxidable de ¾. 
Equipo apto para la aplicación de fertilizantes líquidos.

Rodado.

Rodados 12-4 x 36, construcción radial tipo tracción. 
De gran diámetro para una menor compactación del suelo.

Barras.

Barras flotantes autoniveladas, con suspensión central mediante pulmón de nitrógeno. 
25 metros de ancho de labor con quiebre vertical. 
Totalmente hidráulico con patines de protección y zafe de retorno rápido en los extremos.

Tanque.

Nuevo tanque de diseño envolvente con capacidad de 3.000 litros preparado para mantener la homogeneidad de la mezcla, construido de plástico reforzado de fibra de vidrio (PRFV). 
Tanque auxiliar de 110 litros para lavado del equipo. 
Lavador interno del tanque con sistema giratorio. 
Doble agitador hidráulico.

Lanza.

Robusta, para soportar la carga sobre el enganche del tractor. 
Ubicación adelantada de la bomba de pulverización para un correcto funcionamiento de la barra cardánica en radio de giros cerrados. 
Escalera rebatible para evitar daños en el cultivo.

Circuito hidráulico.

Movimiento para regulación de barra totalmente hidráulico. Válvula selectora manual con bloqueo en apertura y cierre con control de altura. 
Pulmón de nitrógeno con nuevo sistema de calibración.

Opcionales.

•Computadora
•Marcador de espuma 
•Banderillero satelital


Fuente:  www.metalfor.com.ar

Necesidad de picos pulverizadores aptos.

El mejor de los equipos pulverizadores agrícolas es incapaz de realizar un buen trabajo si no está equipado con picos pulverizadores de calidad reconocida. El trabajo eficiente de los picos define el caudal, tamaño de los impactos y número de gotas para un efectivo resultado biológico.

Recomendaciones.

Para mantener altos niveles de calidad en las aplicaciones, las pastillas deben poseer una perfecta terminación en el canal y en los labios del orificio. También se requiere de una aceptable vida útil, manteniendo lo más inalterable posible su forma original.

El chorro, por su parte, debe ser perfectamente homogéneo y simétrico. Los caudales deben responder a las especificaciones técnicas originales de fábrica.

El desgaste de los picos es uno de los factores más importantes a considerar, ya que inciden directamente sobre el caudal aplicado, variando la dosis inicialmente prevista y creando potenciales peligros al cultivo y al medio ambiente, sin olvidar el importante costo económico adicional que significan las sobredosis.

Verificaciones.

Es necesario verificar que las desviaciones en el caudal de todas las pastillas en el botalón, no sean mayores (en más o en menos) del 10 % respecto del promedio.

Durante la época de pulverización es conveniente verificar el caudal de los picos cada 20 horas de trabajo, aproximadamente. Nunca debe efectuarse la limpieza con un alambre u objeto agresivo. Hay que hacerlo con un cepillo de cerda dura o con el paso de aire comprimido. Por razones sanitarias, nunca hay que soplar o llevar cerca de la boca los picos, para su limpieza.

El pico pulverizador debe ser indefectiblemente cambiado cuando su caudal original, para el que fue diseñado, se incrementa en un 15 %.

El tamaño de las gotas que forman el chorro a la salida del pico, constituye uno de los aspectos más importantes en la calidad de la pulverización.


Fuente: Basado en un trabajo del Lic. Olden Larraqueta, INTA Castelar; Clarín Rural, 01 de agosto/ 1987.

Imágenes de pulverizadoras agrícolas autopropulsadas.

Pulverizadora John Deere

Pulverizadora Metalfor 3200

Pulverizadora Massey Ferguson MF 9030

Pulverizadora PLA  MAP-II 3250

Pulverizadora Rogator 1084

Control de roedores por aves rapaces.

En un cultivo de maíz, los roedores pueden llegar a provocar pérdidas cercanas al 5 % de la cosecha. El impacto no se da tanto por el consumo del grano de la mazorca o el follaje de la planta adulta, sino por un importante consumo de las plantas recién emergidas. En el caso del sorgo y el alpiste, las pérdidas si se dan a nivel del consumo de los granos y, a veces, pueden llegar al 10 %. Además del control por medios mecánicos (trampeo) o químicos (rodenticidas anticoagulantes), los roedores pueden combatirse a través de métodos biológicos: el control ejercido a través de animales predadores, como los gatos y las aves rapaces.

Lechucita de las vizcacheras 


Las aves rapaces comen un promedio de 5 de estos animales por día, cifra que aumenta en época de cría. Cuanto mayor sea la cobertura vegetal (por ej.: la del maíz es mayor que la de la soja), la rapaz tendrá menores chances de avistar y capturar a sus presas. La investigadora de la U.B.A., María Bellocq, estudió el modo de aplicar el control biológico mediante la lechuza de campanario (Tyto alba) y lechucita de las vizcacheras (Athene cunicularia).

Para favorecer la acción de la lechuza de campanario, se pueden implantar nidos artificiales hechos con cajones sobre postes y a una altura que les brinde cierta protección  (2-3 metros). Por otra parte, se propone educar a los productores para que conserven los nidos de la lechucita de las vizcacheras, construídos en cuevas.

Además, Bellocq instaló postes con perchas (en forma de T) en el centro de los cultivos para que las aves predadoras pudieran posarse y mejorar, así, la visión sobre sus presas. Con esta técnica logró una reducción del 40 % en la cantidad de roedores y un aumento en el volumen de la cosecha.

Fuente: Fernández, Gustavo; "Rapaces al ataque", Clarín Rural, 04/02/1995.

Roedores nativos como potenciales reservorios de patógenos humanos.

Roedores nativos como potenciales reservorios de patógenos humanos en la provincia de La Pampa, Argentina.

Los continuos avances del ser humano en los ecosistemas naturales, y los cambios que produce en estos sistemas, llevan a encuentros más frecuentes con reservorios animales, tanto de agentes patógenos conocidos como de agentes infecciosos aún no identificados. Muchas especies de roedores se habrían visto favorecidas por cambios en la fisonomía del paisaje, ampliando así su área de distribución y la de enfermedades endémicas a ellos relacionados.

Foto:  www.sib.gov.ar


La Pampa cobra un alto interés debido a su ubicación geográfica en el centro del país, donde confluyen diferentes unidades biogeográficas con elementos faunísticos de distinto origen.

Son varias la especies de roedores presentes, vinculadas con enfermedades zoonóticas en diversas áreas del país: Calomys musculinus, Calomys laucha, Akodon azarae, Oligoryzomys flavescens, Oligoryzomys longicaudatus y Necromys benefactus.

Si bien la vigilancia continua e intensa es uno de los instrumentos más útiles para reconocer y reducir al mínimo el impacto de los brotes de enfermedades infecciosas, en La Pampa son escasos los antecedentes sobre este tipo de estudios. El objetivo del presente trabajo ha sido determinar la presencia de Hantavirus, virus Junín (FHA) y Leptospirosis en roedores nativos en un área de ambientes naturales de la Reserva Provincial Parque Luro, ubicada 35 km al sur de la ciudad de Santa Rosa.

Las tareas a campo se llevaron a cabo en octubre de 2001. A los roedores colectados se le tomaron muestras de cerebro, pulmón, riñon y sangre. Para leptospirosis se realizaron los cultivos en medio semisólido albúmina bovina Tween 80, previa trituración de riñón y pasaje por igual medio líquido. Fueron observados en microscopía de fondo oscuro durante 4 meses. Para virus Junín y los diferentes genotipos de hantavirus, las muestras de suero se procesaron con técnica de ELISA para la búsqueda de anticuerpos y se realizó cultivo en medio celular para virus Junín y la técnica de marcación histoquímica para detección de antígenos.

Se estudió un total de 121 individuos pertenecientes a 5 especies. Estas fueron: Akodon molinae (38 %), Calomys musculinus (25 %), Akodon azarae (24 %), Graomys griseoflavus (8 %) y Oligoryzomys flavescens (5 %). Los análisis virológicos y bacteriológicos realizados en estos roedores fueron negativos para los tres patógenos estudiados.

Si bien los resultados de este estudios son alentadores, es incierta la realidad epidemiológica en otras áreas de la provincia. Estudios a largo plazo que contemplen aspectos relacionados a la ecología de los agentes etiológicos y de los animales que actúan como reservorios, serían de gran importancia en el monitoreo epidemiológico, permitiendo la prevención de enfermedades y la protección de la salud humana.


Fuente: Salomone, F. y colab. - Resumen de poster científico presentado en el Simposio Internacional de Enfermedades por Hantavirus. Fundación Mundo Sano. Buenos Aires, 8 y 9 de octubre de 2003.

Pérdidas en el agro ocasionadas por roedores.

Por Carlos Enrique Alvarez

Los roedores se caracterizan por su rápido poder de adaptación y multiplicación. En el lapso de un año, una pareja puede dejar más de 30 descendientes. Viven en colonias y hacen sus nidos bajo tierra, en los entretechos o depósitos.

Querer averiguar cuáles son las pérdidas causadas por roedores en la actividad agropecuaria argentina es difícil por la falta de datos precisos. En general los productores no tienen conciencia de lo que pierden. Las últimas dos "ratadas" que causaron importantes daños económicos, ocurrieron en 1944 y 1964. Las densidades de roedores aumentaron considerablemente por una sucesión de años con inviernos secos y veranos lluviosos.

Algunos trabajos demostraron que la acción de los roedores sobre campos sembrados con maíz, provocaba una pérdida de cosecha de 143 kg/Ha. Para todo el cinturón maicero, equivaldría a una pérdida de 40 millones de dólares anuales....sólo con el maíz. Faltan estimaciones a campo para los otros granos, pero se sabe que en sorgo, mijo y alpiste, las pérdidas son importantes, un 10 % aproximadamente.

Uno de los cultivos más afectados es la caña de azúcar donde, comiendo los brotes terminales y volteando las cañas, los roedores producen pérdidas que, en algunos casos, rondan el 20 %. En la Mesopotamia producen daños en los arrozales. En la zona de Cuyo, los "pericotes" producen importantes perjuicios en las vides. En los valles Calchaquíes, la presencia de roedores en las canchas de secado impide la exportación del muy preciado pimentón.

En cuanto al almacenaje de granos, las pérdidas dependen del grado de permeabilidad de los depósitos. Algunas estimaciones señalan que en el caso de los silos bien sellados las mermas son pequeñas (entre 0.004 % y 0.03 %). La plaga se concentra donde se dan los derrames en la carga y descraga de camiones, y en el pozo de la noria. En los galpones o celdas que tienen poca rotación de granos, las pérdidas oscilan entre un 0.2 y 0.4 %, pero pueden superar el 1 % en algunos casos.

También deben tenerse en cuenta las pérdidas provocadas por el deterioro de las instalaciones. El hábito de roer cables de PVC o goma aislante provoca innumerables daños a los circuitos eléctricos. Pueden roer también caños y maderas. Los depósitos en puertos o los galpones del ferrocarril pueden llegar a convertirse en criaderos de roedores que actúan como auténticos reservorios de graves enfermedades (FHA, Hantavirus), ubicados junto a zonas pobladas.

Los roedores, por otra parte, son contaminantes: cada rata, en un año, deposita alrededor de 15.000 bolitas fecales, 6 litros de orina y 300.000 pelos. 

En las distintas ramas de la actividad avícola también producen daños. En una granja de gallinas ponedoras, se estima que cada rata se come entre 35 y 50 gr de alimento balanceado por día. En el caso de los pollos parrilleros, una rata puede comer cerca de 200 pollitos BB de cada camada.

Fuentes:
*Iglesias, Jorge; "Pérdidas en el agro: para dejar de hacerse la rata", Clarín Rural, 06/04/1996.
*Fernández, Gustavo; "Una de Mickey versus las rapaces", Clarín Rural, 04/02/1995.

Ambos artículos están basados en entrevistas con el Dr. Fernando Kravetz, de la Cátedra de Ecología de Roedores de la UBA.

Insecticidas: clasificación, uso y toxicología.

El primer insecticida sintetizado fue el DDT, sus propiedades insecticidas las descubrió Müller en 1939. Autorizada su comercialización en los EE.UU. en 1945, se expande al resto del mundo, iniciándose también la búsqueda de múltiples compuestos análogos. Para 1998. la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los EE.UU. tenía registrados 20.000 productos comerciales.

Clasificación.

Conforme a su toxicidad aguda, los insecticidas pueden ser:

-Extremadamente peligrosos
-Altamente peligrosos
-Moderadamente peligrosos
-Ligeramente peligrosos

Según su vida media pueden ser:

-Permanentes
-Persistentes
-Moderadamente persistentes
-No persistentes

Dada su estructura química se clasifican en diversas familias:

-Organoclorados
-Organofosforados
-Carbamatos 
-Piretroides

Según el estado evolutivo sobre el cual actúan:

-Ovicidas
-Larvicidas
-Adulticidas

Según el modo de penetrar en el cuerpo del insecto:

-Por ingestión
-Por contacto
-Por vía respiratoria


Fuentes de exposición a insecticidas.

Los insecticidas se usan, en general, en la agricultura, la salud pública, el control estructural de plagas, la industria, el tratamiento de áreas verdes y de grandes reservas y depósitos de agua.

Los alimentos de origen animal y vegetal, el aire, el agua, el suelo, la flora y la fauna, son fuentes comunes de exposición. La exposición aguda se presenta, básicamente, en el ámbito laboral, mientras que la del tipo crónica afecta comunmente a la población general.

Aspectos toxicológicos.

Los insecticidas se absorben por vía dérmica, respiratoria y digestiva. La primera es relevante en el ámbito laboral, las restantes en la población general. Se distribuyen por vía sanguínea y las vías de eliminación son la orina, las heces y el aire exhalado, entre otras.

Medición de la exposición.

Las técnicas utilizadas en la medición de la exposición son: la historia de la exposición, la evaluación de expertos, la monitorización ambiental y la biológica.


Fuente: Ramírez, J.A. y Lacasaña, M.; Arch. prev. riesgos labor.; 4 (2): pp 67-75, abril/ 2001. (Abstract). En índice IBECS ID 13801.

Características generales de los insecticidas.

Un insecticida es un compuesto químico utilizado para matar insectos normalmente, mediante la inhibición de enzimas vitales. Es un tipo de biocida. 
Los insecticidas tienen importancia para el control de plagas de insectos en la agricultura o para eliminar todos aquellos que afectan la salud humana y animal. 
Los ácaros no son insectos y pueden ser inmunes a algunos insecticidas (se eliminan con productos específico, los acaricidas). 

Características ideales de un insecticida tipo.

Gran especificidad. El producto solo afecta al organismo diana dejando indemnes a la resta de seres vivo y el medio ambiente. 
Baja toxicidad en humanos. El producto reviste un riesgo bajo tanto para sufrir intoxicaciones agudas como a exposiciones a bajas dosis. 
Baja dosis letal. El insecticida es efectivo con poca cantidad. 
Bajo costo. El producto tiene que ser barato. 
Obviamente estas características raramente están presentes en un mismo producto.

Forma de actuación.

Los insecticidas pueden tener acción sobre uno o diferentes de los estados de desarrollo del artrópodo y se pueden considerar ovicidas, larvicidas y adulticidas respectivamente si eliminan los huevos, la larva o el adulto. 

Los insecticidas pueden entrar en contacto con el insecto a través de la alimentación, cuando tocan al insecto o, lo más habitual, de forma combinada. La forma más moderna y efectiva de actuación, en caso de plantas, es la introducción del insecticida en el interior de la planta y a través de los vasos conductores repartirse por toda la planta y la convierten en venenosa para la plaga. Así tenemos:

Insecticidas de ingestión 
Insecticidas de contacto 
Insecticidas combinados de ingestión y contacto 
Insecticida sistémico.

La acción del insecticida sobre el organismo diana puede ser la muerte a corto o medio plazo. A veces, provoca que dejen de comer o impiden la metamorfosis del insecto, lo que a más largo plazo implica la muerte.

Clasificación de insecticidas OMS. 

La OMS clasifica a los insecticidas según su peligrosidad en 5 grupos:

Grupo Ia Extremadamente peligroso Muy Tóxico Color rojo 
Grupo Ib Altamente peligroso Tóxico Color rojo 
Grupo II Moderadamente peligroso Dañino Color amarillo 
Grupo III Ligeramente peligroso Cuidado Color azul 
Grupo IV Poco peligroso Precaución Color verde 

Los colores mencionados figuran en el marbete o etiqueta del producto, brindando una manera de identificar la peligrosidad del insecticida que se está utilizando.