-Extraen sustancias nutritivas y humedad del suelo, provocando el empobrecimiento y la pérdida de productividad de las tierras;
-Su competencia con las plantas cultivadas se traduce en la disminución de la producción agrícola y ganadera en cantidad y calidad;
-Obligan a inversiones y gastos extras por la necesidad de equipos y de herbicidas para su control;
-Muchas especies son tóxicas para el ganado, otras tienen espinas que provocan la depreciación de pieles y lanas;
-A veces hospedan insectos y enfermedades que luego pasan a los cultivos, etc.
Foto: INTA
Todos los años el productor se ve obligado a gastar esfuerzos y recursos para combatir las malezas de sus sembrados y pastoreos. Si por descuido o desconocimiento no previene la introducción de ciertas especies perjudiciales, que se agregan a las que normalmente aparecen en el campo, el problema se irá agravando a través del tiempo y cada vez le resultará más difícil obtener un control económico.
Aquí, como en medicina humana, tiene pleno valor el aforismo: prevenir es mejor que curar. Cuántos inconvenientes se hubiera evitado más de un productor si, mediante una vigilancia oportuna, hubiera descubierto los focos iniciales de la invasión de ciertas malezas perennes, como el sorgo de Alepo, gramón, sunchillo, yuyo San Vicente, cebollín y otras, y hubiera procedido a su inmediata destrucción antes de que estas plagas tomaran un estado generalizado en todo el campo.
En cada zona existe una cantidad relativamente escasa de especies de malezas, comparada con el número de ellas que puede competir con un determinado cultivo si se dan las condiciones que permitan su entrada desde otras áreas. No debemos olvidar que muchas plagas peligrosas que hoy existen en la Argentina son exóticas en su origen y que muchas otras, que no se conocen en nuestro país, están presentes en otras partes del mundo y algún día pueden ser introducidas.
Los programas de prevención de malezas, si se planean adecuadamente, pueden ser desarrollados en extensiones de cualquier tamaño. Las principales medidas a tener en cuenta son las siguientes:
1) Emplear semilla pura, libre de semillas de malezas. La de inferior calidad, lleva mezclada muchas malezas, que durante la siembra se incorporan al terreno y aparecen posteriormente en el cultivo.
2) No alimentar el ganado con grano, heno u otro forraje que contengan semillas de malezas sin previamente destruir su viabilidad por medio de calor, ensilado o en cualquier otra forma.
3) No permitir que el ganado proveniente de un área infestada se traslade directamente a un lote limpio. En estos casos debe procederse a su adecuado encierro a corral durante un período mínimo de 24 horas, para facilitar la eliminación de las semilas de malezas existentes en el tracto digestivo, por medio de las deyecciones.
4) Limpiar las cosechadoras, clasificadoras, enfardadoras y otros implementos agrícolas antes de trasladarlos desde un campo o cultivo "sucio" a otro "limpio".
5) Evitar el uso de la tierra proveniente de áreas infestadas. Esto es importante en la construcción de parques y jardines.
6) Controlar las plantas con pan de tierra que se obtienen en viveros infestados, que pueden ser portadoras de órganos de multiplicación vegetativa de diversas malezas. Esta es la forma común en que se suelen introducir algunas plagas como el cípero, yuyo San Vicente, etc.
7) Mantener libres de malezas o, por lo menos, evitar su semillado, en las vías férreas, caminos, costados de alambrados y otras áreas no cultivadas.
8) Controlar las plantas invasoras que crecen en los canales de riego, ya que el agua actúa como vehículo de su difusión.
9) Evitar el sobrepastoreo, hacer rotación de cultivos, realizar todas las prácticas recomendadas para el buen manejo de la explotación y que, de distinta manera, contribuyen a impedir que se acreciente la invasión de malezas.
10) Mantener una continua vigilancia para detectar la presencia o aparición de nuevas especies perjudiciales y eliminarlas tan pronto como se descubran, antes de que se difundan y hagan que la lucha resulte más costosa.
Todas estas medidas están al alcance del productor, pero debido a que las malezas migran como semillas o como órganos vegetativos, en muy diversas formas, los mejores resultados se obtienen con una acción cooperativa y con intervención del Estado, que debe fiscalizar el comercio de importación y el tránsito dentro del país, de semillas y plantas susceptibles de ser portadoras de maezas.
Fuente: Adaptado de: Ing. Agr. Osvaldo Mársico: "Malezas, un cruel enemigo que no reconoce treguas". Clarín Rural, año 1975.
Comentario: Cuando esta nota fue escrita, el autor, un prestigioso especialista en el tema, no imaginaba los progresos que vendrían unos 20 años después con la utilización de los cultivos con evento RR y la utilización masiva de dosis altas de glifosato, tecnologías que revolucionaron el control de malezas. No obstante ello, en haras de trabajar con la idea del manejo integrado de plagas y reducir, en lo posible, la utilización de herbicidas, no están de más estos consejos, en especial con la permanente aparición de especies de malezas resistentes al glifosato.