En el caso de cualquier accidente que involucre un vehículo en el que se transportan plaguicidas, es esencial una rápida acción en orden de minimizar cualquier efecto adverso.
Si un camión está involucrado, detener el motor, apagar cigarrillos y extinguir las llamas, alertar a los otros vehículos, mantener a los espectadores lejos y avisar a la Policía. La acción específica está dada en las hojas de seguridad del producto. Esta información debe ser conseguida contactando al fabricante del producto.
Asegurar que la Policía, Bomberos o las autoridades correspondientes en el área del accidente estén informados tan pronto como sea posible y estén conscientes de la acción requerida en el caso en particular (supervisión/vigilancia o descontaminación).
Si se sospecha intoxicación accidental por plaguicidas, avise a la autoridad médica correspondiente de la información contenida en la hoja de seguridad del producto transportado.
Si otros envases impermeables, tales como tambores, están contaminados, especialmente por productos más peligrosos, todas las superficies deberán ser bien lavadas con una solución concentrada de detergente y enjuagadas con agua.
Si un líquido ha contaminado algunos envases y el producto podría haber alcanzado el contenido, estos envases deberán ser cuidadosamente eliminados.
Si hay cualquier posibilidad que el alimento, ropa, productos similares (aquellos que entren en contacto con usuarios) estén contaminados, deben destruirse quemándolos.
Los materiales impermeables como las maquinarias y los de ferretería pueden ser limpiados (como se mencionó) antes de empaquetar en nuevos envases.
Si un envase con producto en polvo o granular se ha averiado, revisar que ninguno de los productos haya penetrado el envases de otros bienes o cargas; las superficies externas de tales envases contaminados deberán ser bien cepilladas para remover los restos de plaguicida.
Si el accidente involucra una carga mixta de herbicidas y otros polvos o gránulos de plaguicidas, especialmente insecticidas o funguicidas, es importante asegurar que el herbicida no haya contaminado a los otros productos.
Los vehículos, vagones ferroviarios, barcos, etc., en los cuáles haya habido derrames, deben ser adecuadamente descontaminados y limpiados antes de su uso ulterior.
Asegurar que cualquier drenaje líquido esté contenido y no permitir que entre en charcos, ríos o sistemas de drenaje.
Consultar en la hoja de seguridad del producto las instrucciones para los procedimientos de descontaminación. Es recomendable llevar la hoja de seguridad de los plaguicidas que se transporten.
Fuente: Adaptado de "Guías de seguridad relacionadas con el almacenamiento, distribución, comercialización y uso de plaguicidas". Boletín de Plaguicidas Nº 24, CIAT - Centro de Investigación y Asistencia Toxicológica. Buenos Aires, Junio/ 1984.
Un blog para enterarte sobre toda la actualidad y tecnología para el control de plagas que afectan la salud del hombre, los animales domésticos y las actividades económicas.
jueves, 27 de julio de 2017
Agroquímicos: Campo-Ciudad, buscando consenso.
INTA, especial para Clarín Rural.
La experiencia de dos localidades del sur de la provincia de Santa Fe muestra que el consenso favorece el desarrollo agrícola y garantiza la salud de las personas.
Las experiencias de Godoy y Arequito, localidades del sur de la provincia de Santa Fe, muestran como la búsqueda de consensos, sumada al uso correcto de la tecnología, permiten una convivencia armónica entre calidad de vida y producción.
Según Alejandro Longo, director del INTA Oliveros, "los conflictos periurbanos son uno de los principales problemas", con el uso de agroquímicos como uno de los ejes de la discusión entre agricultores y vecinos.
Surgido como un asentamiento rural, en Godoy hoy residen 1300 habitantes. Alrededor de 110 son productores de soja, maíz y legumbres. Lo que comenzó hace 20 años como un proceso de trabajo comunitario interinstitucional en torno a la conservación del suelo, promovido por la cooperativa agrícola local, permitió que la comunidad aborde el manejo de agroquímicos.
Luis Carrancio, del INTA Arroyo Seco (Santa Fe), dijo: "Los habitantes de Godoy empezaron a ver que las aplicaciones impactaban sobre el ambiente y querían una regulación más estricta y un control local".
En el año 2004, la cooperativa invitó a los productores asociados a participar en un proceso de construcción social de una ordenanza que reglamentara las aplicaciones, con una activa participación del INTA. En este sentido, Longo observó: "La ley es importante, la técnica es importante, pero si no se busca el acuerdo entre los actores que piensan diferente, es muy difícil lograr algo que conforme a esas partes".
La norma número 13/11 se basa en restricciones de fitosanitarios y controles de la comuna en cuanto al momento y a la forma de su aplicación. Por un lado prohibió los productos banda roja -los más tóxicos- para todo el distrito. Restringió también el uso de los de banda amarilla y azul -de mediana toxicidad- a 1000 metros de asentamientos poblacionales y, junto a éstos, sólo permitió aplicar productos banda verde, que son los de menor toxicidad.
"El gran impacto que tuvo es que 1000 metros alrededor del pueblo no se usaron otro tipo de productos que no fueran banda verde y bajaron a menos de la mitad las aplicaciones por año".
En tanto, en la localidad de Arequito se desarrolló una norma modelo, que actualmente se aplica. Con un promedio de 45 reclamos anuales de vecinos que se sentían afectados por las aplicaciones en las zonas periurbanas, en 2011 Arequito aprobó la ordenanza número 965, que reguló el uso de fitosanitarios. A partir de su puesta en vigencia, de acuerdo con Rafael Abrate, de la firma Acopio Arequito, "sólo se registró una infracción en enero de 2012 que fue sancionada". Se dictó integrando una pequeña comisión, que tenía como referencia un ordenamiento territorial, aprobado 5 años antes.
El objetivo era generar normativas para desarrollar una producción que garantizara la salud de las personas y del ambiente y un sistema de control para asegurar su cumplimiento.
Con la norma aprobada en Godoy, como modelo, la número 965 adhirió a la Ley de Fitosanitarios (N° 11723) de Santa Fe, confirmó el límite del área urbana y estableció tres zonas de aplicación.
La ordenanza prohibió la aplicación de fitosanitarios banda roja en todo el distrito y algunos coadyuvantes con efecto a largo plazo; también restringió aquellos que se comportan de manera volátil; estableció un registro de aplicadores habilitados, a quienes les exige la capacitación; determinó el lugar y la forma de entrega de los envases; y finalmente, fijó sanciones.
Fuente: "Campo-ciudad: chau a las acusaciones", Clarín Rural, 13/12/2014.
La experiencia de dos localidades del sur de la provincia de Santa Fe muestra que el consenso favorece el desarrollo agrícola y garantiza la salud de las personas.
Foto: INTA
Las experiencias de Godoy y Arequito, localidades del sur de la provincia de Santa Fe, muestran como la búsqueda de consensos, sumada al uso correcto de la tecnología, permiten una convivencia armónica entre calidad de vida y producción.
Según Alejandro Longo, director del INTA Oliveros, "los conflictos periurbanos son uno de los principales problemas", con el uso de agroquímicos como uno de los ejes de la discusión entre agricultores y vecinos.
Surgido como un asentamiento rural, en Godoy hoy residen 1300 habitantes. Alrededor de 110 son productores de soja, maíz y legumbres. Lo que comenzó hace 20 años como un proceso de trabajo comunitario interinstitucional en torno a la conservación del suelo, promovido por la cooperativa agrícola local, permitió que la comunidad aborde el manejo de agroquímicos.
Luis Carrancio, del INTA Arroyo Seco (Santa Fe), dijo: "Los habitantes de Godoy empezaron a ver que las aplicaciones impactaban sobre el ambiente y querían una regulación más estricta y un control local".
En el año 2004, la cooperativa invitó a los productores asociados a participar en un proceso de construcción social de una ordenanza que reglamentara las aplicaciones, con una activa participación del INTA. En este sentido, Longo observó: "La ley es importante, la técnica es importante, pero si no se busca el acuerdo entre los actores que piensan diferente, es muy difícil lograr algo que conforme a esas partes".
La norma número 13/11 se basa en restricciones de fitosanitarios y controles de la comuna en cuanto al momento y a la forma de su aplicación. Por un lado prohibió los productos banda roja -los más tóxicos- para todo el distrito. Restringió también el uso de los de banda amarilla y azul -de mediana toxicidad- a 1000 metros de asentamientos poblacionales y, junto a éstos, sólo permitió aplicar productos banda verde, que son los de menor toxicidad.
"El gran impacto que tuvo es que 1000 metros alrededor del pueblo no se usaron otro tipo de productos que no fueran banda verde y bajaron a menos de la mitad las aplicaciones por año".
En tanto, en la localidad de Arequito se desarrolló una norma modelo, que actualmente se aplica. Con un promedio de 45 reclamos anuales de vecinos que se sentían afectados por las aplicaciones en las zonas periurbanas, en 2011 Arequito aprobó la ordenanza número 965, que reguló el uso de fitosanitarios. A partir de su puesta en vigencia, de acuerdo con Rafael Abrate, de la firma Acopio Arequito, "sólo se registró una infracción en enero de 2012 que fue sancionada". Se dictó integrando una pequeña comisión, que tenía como referencia un ordenamiento territorial, aprobado 5 años antes.
El objetivo era generar normativas para desarrollar una producción que garantizara la salud de las personas y del ambiente y un sistema de control para asegurar su cumplimiento.
Con la norma aprobada en Godoy, como modelo, la número 965 adhirió a la Ley de Fitosanitarios (N° 11723) de Santa Fe, confirmó el límite del área urbana y estableció tres zonas de aplicación.
La ordenanza prohibió la aplicación de fitosanitarios banda roja en todo el distrito y algunos coadyuvantes con efecto a largo plazo; también restringió aquellos que se comportan de manera volátil; estableció un registro de aplicadores habilitados, a quienes les exige la capacitación; determinó el lugar y la forma de entrega de los envases; y finalmente, fijó sanciones.
Fuente: "Campo-ciudad: chau a las acusaciones", Clarín Rural, 13/12/2014.
Conceptos básicos sobre la biología y control de las pulgas.
Por Carlos Enrique Alvarez
La pulga es un molesto insecto de distribución cosmopolita. Habitualmente es un parásito externo de los animales domésticos, a los que causa innumerables problemas dermatológicos. Estos inconvenientes ocupan no menos del 35 % del esfuerzo veterinario y representa el 50 % de las consultas dermatológicas en perros y gatos.Los humanos convivientes de estos animales, suelen sufrir también picaduras. Si bien se suele detectar en el pelaje de los animales, vive mayormente en el medio ambiente: ropa de cama, sillones o mantas por donde rondan los animales domésticos, alfombras, moquette, hendiduras del parquet, bajo muebles, césped, escombros, matas de plantas en el jardín, etc. Sus requerimientos ambientales son bastante elásticos: 75 a 85 % de humedad relativa ambiente, altura snm de 1.500 m cómo máximo y una temperatura ambiente promedio entre 18 y 27ºC. Sin embargo, la pulga es muy rústica y puede vivir hasta un año en condiciones desfavorables.
Ciclo de vida de la pulga.
La pulga adulta pone de 3 a 20 huevos por vez. Con buenas condiciones de temperatura (20-26ºC) y alto porcentaje de humedad, esta cifra puede aumentar. Luego de 1 a 2 semanas, eclosionan las larvas, las que durante unos 7 meses como máximo, pasan por diferentes estadíos. Finalizada esta etapa, se transforman en pupas, permaneciendo un tiempo variable como tal, que puede durar hasta 1 año. Por último, se tranforman en adultos, con una vida promedio de 6-9 meses, dependiendo de la cercanía del huésped específico. Vive mayormente en el ambiente, requiriendo de sólo 20 minutos diarios para alimentarse con la sangre del animal.
Problemas dermatológicos.
Una vez instalada en el cuerpo del animal, el proceso se inicia con una irritación permanente e intensa, debido a las picaduras. Hay prurito, depilación intencional por mordisqueo, lastimaduras y, a veces, automutilación. También se observan infecciones y dermatitis alérgicas debido a que la saliva es muy antigénica. Además las pulgas son huéspedes intermediarios del Dipylidium caninum (tenia), por lo que es frecuente observar animales con pulgas parasitados con tenias. Finalmente el problema no termina en los animales ya que la pulga ataca y pica también a los humanos, produciendo una característica hilera de ronchas muy pruriginosas.
Metodología para el control de las pulgas.
Para combatir la pulga es preciso duplicar esfuerzos: por un lado se combate la plaga en el ambiente y por otro, se debe tratar a los animales afectados.
El tratamiento del animal deberá ser supervisado por el veterinario. Consiste básicamente en bañar a los animales con un buen jabón o champú, que además de ser pulguicida, puede ser garrapaticida, antiseborreico, antiséptico, etc. Los tratamientos posteriores siempre se harán con el animal seco. De esta forma pueden aplicarse sprays, espumas, talcos o preparados pour-on. Pueden usarse collares también. Debe controlarse al perro con regularidad, dado que puede contagiarse con facilidad en plazas o en la calle.
Simultáneamente deberá tratarse el ambiente, la casa (interior y exterior), ya que es allí donde la pulga pasa el 80 % de su vida. De esta forma se rompe el ciclo reproductivo. Primeramente se limpiará a fondo la casa, por dentro y por fuera, aspirando concienzudamente los pisos y alfombras, cortando el césped y eliminando restos de escombros. Luego se pulverizará con productos de buen poder de volteo y aceptable poder residual, dentro de muebles, maderas hasta 50 cm de altura, bajo los muebles y a lo largo de los zócalos y en todo lugar de difícil acceso. Luego de esto, no se debe aspirar la casa ni lavar patios por 15 días. En caso de lluvia, debe repetirse la pulverización por el lavado de droga activa. Luego se debe repetir el tratamiento de la misma manera por dos o tres oportunidades, dado que los huevos son resistentes a los insecticidas y deben controlarse las sucesivas eclosiones.
La pulga es un molesto insecto de distribución cosmopolita. Habitualmente es un parásito externo de los animales domésticos, a los que causa innumerables problemas dermatológicos. Estos inconvenientes ocupan no menos del 35 % del esfuerzo veterinario y representa el 50 % de las consultas dermatológicas en perros y gatos.Los humanos convivientes de estos animales, suelen sufrir también picaduras. Si bien se suele detectar en el pelaje de los animales, vive mayormente en el medio ambiente: ropa de cama, sillones o mantas por donde rondan los animales domésticos, alfombras, moquette, hendiduras del parquet, bajo muebles, césped, escombros, matas de plantas en el jardín, etc. Sus requerimientos ambientales son bastante elásticos: 75 a 85 % de humedad relativa ambiente, altura snm de 1.500 m cómo máximo y una temperatura ambiente promedio entre 18 y 27ºC. Sin embargo, la pulga es muy rústica y puede vivir hasta un año en condiciones desfavorables.
Foto: www.agroambiente.cl
Ciclo de vida de la pulga.
La pulga adulta pone de 3 a 20 huevos por vez. Con buenas condiciones de temperatura (20-26ºC) y alto porcentaje de humedad, esta cifra puede aumentar. Luego de 1 a 2 semanas, eclosionan las larvas, las que durante unos 7 meses como máximo, pasan por diferentes estadíos. Finalizada esta etapa, se transforman en pupas, permaneciendo un tiempo variable como tal, que puede durar hasta 1 año. Por último, se tranforman en adultos, con una vida promedio de 6-9 meses, dependiendo de la cercanía del huésped específico. Vive mayormente en el ambiente, requiriendo de sólo 20 minutos diarios para alimentarse con la sangre del animal.
Foto: www.foyel.com
Problemas dermatológicos.
Una vez instalada en el cuerpo del animal, el proceso se inicia con una irritación permanente e intensa, debido a las picaduras. Hay prurito, depilación intencional por mordisqueo, lastimaduras y, a veces, automutilación. También se observan infecciones y dermatitis alérgicas debido a que la saliva es muy antigénica. Además las pulgas son huéspedes intermediarios del Dipylidium caninum (tenia), por lo que es frecuente observar animales con pulgas parasitados con tenias. Finalmente el problema no termina en los animales ya que la pulga ataca y pica también a los humanos, produciendo una característica hilera de ronchas muy pruriginosas.
Metodología para el control de las pulgas.
Para combatir la pulga es preciso duplicar esfuerzos: por un lado se combate la plaga en el ambiente y por otro, se debe tratar a los animales afectados.
El tratamiento del animal deberá ser supervisado por el veterinario. Consiste básicamente en bañar a los animales con un buen jabón o champú, que además de ser pulguicida, puede ser garrapaticida, antiseborreico, antiséptico, etc. Los tratamientos posteriores siempre se harán con el animal seco. De esta forma pueden aplicarse sprays, espumas, talcos o preparados pour-on. Pueden usarse collares también. Debe controlarse al perro con regularidad, dado que puede contagiarse con facilidad en plazas o en la calle.
Simultáneamente deberá tratarse el ambiente, la casa (interior y exterior), ya que es allí donde la pulga pasa el 80 % de su vida. De esta forma se rompe el ciclo reproductivo. Primeramente se limpiará a fondo la casa, por dentro y por fuera, aspirando concienzudamente los pisos y alfombras, cortando el césped y eliminando restos de escombros. Luego se pulverizará con productos de buen poder de volteo y aceptable poder residual, dentro de muebles, maderas hasta 50 cm de altura, bajo los muebles y a lo largo de los zócalos y en todo lugar de difícil acceso. Luego de esto, no se debe aspirar la casa ni lavar patios por 15 días. En caso de lluvia, debe repetirse la pulverización por el lavado de droga activa. Luego se debe repetir el tratamiento de la misma manera por dos o tres oportunidades, dado que los huevos son resistentes a los insecticidas y deben controlarse las sucesivas eclosiones.
Información sobre la avispa chaqueta amarilla (Vespula germanica).
La avispa chaqueta amarilla es una especie originaria de la región del Mar Mediterráneo que se halla actualmente distribuida por todo el mundo. El transporte de la madera entre puertos junto con la propia habilidad de la especie, han sido los factores principales que favorecieron su dispersión por distintos continentes. No es cierto, como se cree vulgarmente, que esta especie haya sido introducida en nuestro país para controlar otros insectos. En 1980 esta avispa fue observada por primera vez en la Argentina, cerca de Chos Malal, Neuquen. Desde entonces ha invadido el norte de la Patagonia hasta el norte de Santa Cruz, Mendoza y el sur de Buenos Aires.
Medidas de prevención.
1) No esperar a que la abundancia de chaquetas sea alta para aplicar medidas de control, preferentemente comenzar en diciembre.
2) No dejar bolsas de residuos ni desperdicios expuestos, ya que esto atrae a las avispas.
3) En épocas de gran abundancia de avispas, al comer al aire libre se debe prestar especial atención a lo que se lleva a la boca, dado que las avispas suelen posarse sobre los alimentos y no se espantan fácilmente.
4) Evitar caminar descalzo (en particular los niños) en áreas de alta densidad de avispas.
Medidas de control.
Existen tres maneras para combatir la chaqueta amarilla a escala familiar (vivienda y jardín/patio), aunque ninguna soluciona el problema totalmente, sino que lo disminuye. Estas son la destrucción de los nidos, la utilización de trampas de captura y la utilización de cebos tóxicos.
a) Detección y destrucción de nidos.
Como no es fácil hallar los nidos de la chaqueta amarilla es conveniente buscarlos al amanecer o al atardecer, dado que el ángulo de incidencia de la luz del sol hace más visible las avispas. Por otro lado, en estos horarios el flujo de avispas desde o hacia el nido es más intenso.
Se puede ofrecer a las avispas un plato con cebo (un pedazo de carne o de comida para gato) y observar en que dirección se alejan volando. Se debe ir moviendo el plato en aquella dirección que se las pierda de vista, hasta encontrar el nido.
Habitualmente los nidos subterráneos de la chaqueta amarilla se encuentran en sitios soleados, con pendiente y reparados del viento. Los nidos estructurales (construidos en paredes y techos) son más fáciles de detectar al inicio de su construcción (en diciembre o en las primeras semanas de enero), que los nidos subterráneos. Es conveniente destruirlos en ese momento, cuando lo integran pocas avispas y consecuentemente el riesgo de recibir picaduras es menor (este concepto es válido para todo tipo de nido).
La destrucción de los nidos debe hacerse de noche o antes del amanecer, momento en que las avispas se encuentran en su mayoría dentro del mismo y el nivel de actividad es más bajo. Es importante también protegerse la cara, en lo posible utilizando caretas de apicultor o un tul colocado sobre un sombrero y ajustado en el cuello. Además, protegerse las manos con guantes. Se recomienda que esta operación no la realice una persona alérgica.
# En nidos subterráneos:
Aplicar algún combustible como la nafta o un insecticida líquido por la entrada del nido, tapando posteriormente la misma con un trapo embebido en combustible o veneno. Es importante NO ENCENDER el combustible por lo peligroso que puede ser el fuego para la persona que lo está manipulando y por el alto riesgo de incendio que habitualmente existe en nuestra región durante el verano. Por esta misma razón, realizar la aplicación del combustible cuando las condiciones climáticas sean propicias (bajas temperaturas, cielo nublado). Los vapores del combustible por sí solos son suficientes para matar a las avispas. Otra posibilidad es colocar en la entrada del nido veneno para hormigas en polvo, en este caso la entrada del nido no se tapa. Posteriormente, se debe controlar el acceso de niños y animales al sitio tratado, dada a la alta toxicidad de estos venenos.
# En nidos estructurales:
La eliminación de las avispas de estos nidos puede hacerse mediante la aplicación de algún insecticida en aerosol por las entradas del nido. Los mejores, más potentes y de mayor poder residual son los aerosoles mata cucarachas.
b) Trampas de captura.
Cuando no existe la posibilidad de destruir los nidos o cuando el problema subsiste a pesar de haberlo hecho, la colocación de trampas con cebos (carne, alimento para gatos, soluciones azucaradas, etc.) puede ayudar a disminuir la abundancia de chaquetas amarillas.
Trampas de botellas de gaseosas: Cortar las botellas en la parte superior y darlas vuelta a manera de embudo. Colocar el cebo colgado en el extremo de la botella sin que toque el fondo. Llenar el fondo de la botella con agua y detergente. Usualmente las avispas cortan un pedazo de alimento mayor al que pueden acarrear, cayendo al agua. El detergente disminuye la tensión superficial del agua con lo cual las avispas se hunden y se ahogan.
Es importante aclarar que, normalmente, las chaquetas amarillas no son agresivas excepto cuando se molesta el nido. En caso de picadura, la aplicación de una compresa fría reduce la absorción del veneno y alivia el dolor. Si en la zona afectada se produce hinchazón junto con calor y dolor, consultar a un médico rápidamente.
Ante la peligrosidad de la picadura de esta avispa le recomendamos proceder en todo momento con prudencia.
Información obtenida en un folleto del INTA Bariloche.
Paula Sackmann, Paola D'Adamo y Juan Corley (Grupo de Ecología de Insectos)
Fuente: www.saludambiental.gov.ar
Avispa chaqueta amarilla (Vespula germanica)
Medidas de prevención.
1) No esperar a que la abundancia de chaquetas sea alta para aplicar medidas de control, preferentemente comenzar en diciembre.
2) No dejar bolsas de residuos ni desperdicios expuestos, ya que esto atrae a las avispas.
3) En épocas de gran abundancia de avispas, al comer al aire libre se debe prestar especial atención a lo que se lleva a la boca, dado que las avispas suelen posarse sobre los alimentos y no se espantan fácilmente.
4) Evitar caminar descalzo (en particular los niños) en áreas de alta densidad de avispas.
Medidas de control.
Existen tres maneras para combatir la chaqueta amarilla a escala familiar (vivienda y jardín/patio), aunque ninguna soluciona el problema totalmente, sino que lo disminuye. Estas son la destrucción de los nidos, la utilización de trampas de captura y la utilización de cebos tóxicos.
a) Detección y destrucción de nidos.
Como no es fácil hallar los nidos de la chaqueta amarilla es conveniente buscarlos al amanecer o al atardecer, dado que el ángulo de incidencia de la luz del sol hace más visible las avispas. Por otro lado, en estos horarios el flujo de avispas desde o hacia el nido es más intenso.
Se puede ofrecer a las avispas un plato con cebo (un pedazo de carne o de comida para gato) y observar en que dirección se alejan volando. Se debe ir moviendo el plato en aquella dirección que se las pierda de vista, hasta encontrar el nido.
Habitualmente los nidos subterráneos de la chaqueta amarilla se encuentran en sitios soleados, con pendiente y reparados del viento. Los nidos estructurales (construidos en paredes y techos) son más fáciles de detectar al inicio de su construcción (en diciembre o en las primeras semanas de enero), que los nidos subterráneos. Es conveniente destruirlos en ese momento, cuando lo integran pocas avispas y consecuentemente el riesgo de recibir picaduras es menor (este concepto es válido para todo tipo de nido).
La destrucción de los nidos debe hacerse de noche o antes del amanecer, momento en que las avispas se encuentran en su mayoría dentro del mismo y el nivel de actividad es más bajo. Es importante también protegerse la cara, en lo posible utilizando caretas de apicultor o un tul colocado sobre un sombrero y ajustado en el cuello. Además, protegerse las manos con guantes. Se recomienda que esta operación no la realice una persona alérgica.
# En nidos subterráneos:
Aplicar algún combustible como la nafta o un insecticida líquido por la entrada del nido, tapando posteriormente la misma con un trapo embebido en combustible o veneno. Es importante NO ENCENDER el combustible por lo peligroso que puede ser el fuego para la persona que lo está manipulando y por el alto riesgo de incendio que habitualmente existe en nuestra región durante el verano. Por esta misma razón, realizar la aplicación del combustible cuando las condiciones climáticas sean propicias (bajas temperaturas, cielo nublado). Los vapores del combustible por sí solos son suficientes para matar a las avispas. Otra posibilidad es colocar en la entrada del nido veneno para hormigas en polvo, en este caso la entrada del nido no se tapa. Posteriormente, se debe controlar el acceso de niños y animales al sitio tratado, dada a la alta toxicidad de estos venenos.
# En nidos estructurales:
La eliminación de las avispas de estos nidos puede hacerse mediante la aplicación de algún insecticida en aerosol por las entradas del nido. Los mejores, más potentes y de mayor poder residual son los aerosoles mata cucarachas.
b) Trampas de captura.
Cuando no existe la posibilidad de destruir los nidos o cuando el problema subsiste a pesar de haberlo hecho, la colocación de trampas con cebos (carne, alimento para gatos, soluciones azucaradas, etc.) puede ayudar a disminuir la abundancia de chaquetas amarillas.
Trampas de botellas de gaseosas: Cortar las botellas en la parte superior y darlas vuelta a manera de embudo. Colocar el cebo colgado en el extremo de la botella sin que toque el fondo. Llenar el fondo de la botella con agua y detergente. Usualmente las avispas cortan un pedazo de alimento mayor al que pueden acarrear, cayendo al agua. El detergente disminuye la tensión superficial del agua con lo cual las avispas se hunden y se ahogan.
Es importante aclarar que, normalmente, las chaquetas amarillas no son agresivas excepto cuando se molesta el nido. En caso de picadura, la aplicación de una compresa fría reduce la absorción del veneno y alivia el dolor. Si en la zona afectada se produce hinchazón junto con calor y dolor, consultar a un médico rápidamente.
Ante la peligrosidad de la picadura de esta avispa le recomendamos proceder en todo momento con prudencia.
Información obtenida en un folleto del INTA Bariloche.
Paula Sackmann, Paola D'Adamo y Juan Corley (Grupo de Ecología de Insectos)
Fuente: www.saludambiental.gov.ar
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