Cucarachas domésticas y silvestres en Ciudad de Buenos Aires y GBA.
Las cucarachas son insectos de hábitos generalmente nocturnos. Su comportamiento lucífugo inspiró a los antiguos romanos llamarlas "blatta". Esta palabra latina fue posteriormente tomada por los naturalistas para nombrar a las cucarachas. El entomólogo alemán Burmeister en 1839 denominó Blattaria, al orden que agrupó a todas las cucarachas.
Actualmente se conocen 4000 especies. Siete de ellas constituyen serias plagas. En Buenos Aires y alrededores nos acompaña la cucaracha rubia o alemana (Blattella germanica), la plaga más común de las casas. Las otras plagas domiciliarias son, por orden de importancia: la cucaracha americana (Periplaneta americana), la cucaracha café ahumada (Periplaneta fuliginosa) y la cucaracha oriental (Blatta orientalis). También son frecuentes las especies peridomiciliarias como las cucarachas de las leñeras (Blaptica dubia) y la cucaracha verde (Panchlora thalassina).
Las cucarachas silvestres como las del género Ischnoptera, no están asociadas al hombre salvo accidentalmente. Muchas veces la actividad humana ofrece estructuras que son utilizadas como refugio (parques y jardines muy arbolados, acumulación de bidones, cartones, papeles, chatarra o troncos apilados cerca de casas o en los galpones de las zonas rurales). Son especies medianas a chicas. En las noches calurosas se las puede ver volar atraídas por la luz de los faroles. Pseudomops neglecta es una especie vistosa diurna de color rojo y negro con patas delineadas con blanco, se la puede observar sobre plantas en las zonas rurales que abarca el área ambiental de Buenos Aires. Attaphila bergi es una cucaracha muy pequeña asociada a los hormigueros.
A principios del siglo pasado, se capturaron ejemplares de algunas especies silvestres en el barrio de Palermo que han sido desplazadas del área por la urbanización y se las encuentra actualmente en las zonas rurales, por ejemplo Litoblatta brasiliensis y Pseudomops neglecta. Finalmente Supella longipalpa, especie plaga no asentada en la República Argentina, fue registrada en Capital Federal en la década del 80, probablemente su ingreso fue accidental y no se la ha vuelto a encontrar. Según los registros del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” , la cucaracha oriental (Blatta orientalis) era una de las especies frecuentemente colectada en Buenos Aires y sus alrededores. En la última década prácticamente ha desaparecido del área.
Ubicación en la cadena trófica.
Las cucarachas son predadas por otros artrópodos, batracios, reptiles, aves y mamíferos, siendo una importante fuente de alimento proteico. Para evitar ser capturadas a menudo utilizan comportamientos evasivos, secreciones defensivas y se ocultan en oquedades o espacios estrechos. Muchas poseen coloraciones protectoras o "mimetismo".
Interés sanitario y económico.
Las cucarachas siempre han sido acusadas (no sin razón) de ser un comensal indeseable del hombre. Producen secreciones olorosas que pueden llegar a afectar el sabor de la comida y cuando la población es muy alta, impregnan el área infestada con un olor característico. Los hábitos alimenticios de las cucarachas domésticas son principalmente omnívoros, se alimentan de cualquier tipo de materia orgánica y son "basureras" por excelencia. En desechos caseros encuentran suficiente provisión alimentaria.
Ellas son responsables de transportar unos 40 patógenos diferentes que causan gastroenteritis, diarreas, disentería, gripe, hepatitis, poliomielitis y lepra. Los microorganismos son transportados en las patas, la superficie del cuerpo del insecto y en sus vísceras. El riesgo de transmisión al hombre se incrementa por el hábito de regurgitar fluidos y defecar mientras se alimentan, contaminando así la comida o los utensilios para su preparación. Las cucarachas silvestres también son omnívoras y sólo unas pocas especies son exclusivamente herbívoras.
Además de estar involucradas en brotes de enfermedades humanas, los excrementos de las cucarachas así como los restos "cuticulares", contienen una gran cantidad de sustancias alergénicas, lo que produce en algunas personas respuestas como urticaria, estornudos, y lagrimeo severo.
Fuente: www.atlasdebuenosaires.gov.ar
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