Es sabido que mundialmente existe una tendencia a consumir alimentos de mejor calidad y libre de sustancias nocivas para la salud. En este sentido, la salud desempeña un papel fundamental en la calidad de vida de las personas por lo que debe ser valorada, desarrollando conductas positivas que redunden en nuestro beneficio y en el de la comunidad con que estamos vinculados.
La preocupación por el ambiente, se está transformando en el nuevo horizonte de la praxis humana, sus efectos se hacen sentir tanto en el comportamiento individual y privado, como en las decisiones empresariales, en las políticas de gobierno y de las relaciones internacionales. Actualmente, los consumidores esperan y exigen alimentos puros, saludables y que sean elaborados, procesados, almacenados y servidos en un ambiente sano e higiénico.
Los establecimientos de productos alimenticios que no cumplen con las normas de saneamiento y control de plagas pueden incurrir en costosas acciones reglamentarias o legales, publicidad adversa y pérdida de clientes. Cada segmento de la industria alimentaria tiene requerimientos especiales de control de calidad, y cabe destacar que el control de plagas urbanas, en la misma, es un prerrequisito en la implementación de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM).
El control de plagas tomado como una actividad profesionalizada requiere por parte del Estado llevar a cabo la capacitación de los agentes que intervienen en la misma. Esto es, asesoramiento no solo a técnicos, sino también del personal que realiza los tratamientos y de los propietarios de las empresas.
Debe tenerse en cuenta, que las tareas que se llevan a cabo para el control de plagas en la cadena agroalimentaria, entre otras técnicas, es la utilización de productos denominados domisanitarios, los cuales llevan un doble registro, por un lado el registro del INAL (dependiente del Ministerio de Salud de la Nación) y del SENASA. En la mayoría de los casos los mismos son de uso profesional, es decir solo pueden utilizarse bajo la prescripción profesional y avalados en su compra y aplicación por una receta para plaguicidas domisanitarios.
El Ministerio de Asuntos Agrarios, desde la Dirección de Sanidad Vegetal, cuenta con 12 Delegaciones Regionales Fitosanitarias, distribuidas en la provincia, con profesionales ingenieros agrónomos capacitados y entrenados en la capacitación y divulgación de técnicas de Manejo integrado de plagas en la cadena agroalimentaria.
Debe tenerse en cuenta que la calidad de un alimento debe ser monitoreada en todos los eslabones de la cadena que la componen, aún en los iniciales, es decir en el sector de producción. Es sabido que muchas producciones intensivas se desarrollan en zonas consideradas peri urbanas. Esta cercanía de las instalaciones de producción a la población urbana, hace que el desarrollo de una plaga favorecida por la forma de producción se transforme en un problema para los residentes cercanos afectando su calidad de vida. Tal es el caso de las producciones de gallinas ponedoras, producción de pollos y feed lot, que favorecen el desarrollo de plagas como las moscas y roedores entre otras.
Es relativamente reciente la legislación que regula la actividad, por lo cual, es necesario realizar docencia sobre la misma, y es función indelegable del Estado educar, divulgar conocimientos, crear hábitos y fortalecer el sentido de responsabilidad a través de la educación para preservar la salud.
Las Buenas Prácticas de Manufactura establecidas en el Código Alimentario Argentino, incluyen el correcto manejo de las plagas. El mismo es un cuerpo que contiene la regulación de las condiciones higiénico-sanitarias-bromatológicas y de identificación comercial de los alimentos (incluidos condimentos, bebidas y materias primas) cubriendo las etapas de producción, elaboración, fraccionamiento, manipulación conservación, exhibición, expendio, transporte, distribución, importación, exportación, todo desarrollado conforme a un método armónico y coherente. La descripción y requisitos de estas prácticas se encuentran dentro del Código Alimentario en su Capítulo I de “Disposiciones Generales”, Art. 1 al 11 y en el Capítulo II de “Condiciones Generales de las fábricas y comercios de alimentos” arts. 12 al 23.
Estrategia de trabajo.
La estrategia de trabajo consiste principalmente en la capacitación de los distintos eslabones de la cadena alimentaria.
* Plagas en producciones ubicadas en regiones periurbanas
Los destinatarios de estas capacitaciones serán los integrantes de:
- producción hortícola
- producción de aves ponedoras (huevos)
- producción de pollos
- producción de cerdos
- extracción de miel
- feet lot
* Plagas en establecimientos de industrialización de alimentos
Los destinatarios de estas capacitaciones serán los integrantes de:
- Industrias lácteas
- industrias carninas
- industrias de alimentos farináceos
- industrias de alimentos oleaginosos
Fuente: www.maa.gba.gov.ar
Un blog para enterarte sobre toda la actualidad y tecnología para el control de plagas que afectan la salud del hombre, los animales domésticos y las actividades económicas.
miércoles, 16 de agosto de 2017
Control de plagas en la industria alimentaria
08/Mayo/2012
Un articulo publicado en la revista Alexo, editada por la British Pest Control Association, hace hincapié en los serios riesgos de salud que suponen la presencia de plagas como ratas o cucarachas en lugares donde se producen, almacenan o comercializan los alimentos y destaca aspectos a tener en cuenta para afrontar las infestaciones en el sector alimentario.
Tolerancia cero.
Cuando se trata de alimentos y plagas, no pueden existir errores. En caso de contaminación de alimentos o superficies de trabajo con patógenos provenientes de la piel o el intestino de plagas no sólo pueden provocar serias enfermedades sino también la posible pérdida de reputación, el desperdicio de alimentos y en última instancia el cierre de un negocio.
La detección y el control de plagas es uno de los aspectos que más preocupan a los inspectores en el sector alimentario, ya que la cantidad de patógenos que las plagas pueden transmitir es elevada. Tan sólo los roedores: Salmonella, Listeria, E.coli, Cryptosporidium, leptospirosis y toxoplasmosis.
Una buena herramienta para evitar la propagación de plagas en el sector de la alimentación es la guia Pest Control Procedures in the Food Industry, publicada por el Chartered Institute of Environmental Health (Reino Unido), en la que, además de explicarse los principios del control de plagas en el sector, se realiza una descripción del comportamiento de aquellas plagas que más comúnmente afectan a la industria alimentaria.
El control integrado de plagas es un enfoque sistemático, basado en buenas prácticas de limpieza, inspección y vigilancia junto a métodos de control físicos y químicos, así como una buena gestión del entorno. Esta tarea se basa en la participación activa y los conocimientos de los profesionales del control de plagas y de aquellos que trabajan en la industria alimentaria.
Conocer al enemigo.
La clave de este enfoque es conocer al enemigo y una detección precoz. Los excrementos de roedores suelen ser la primera señal de una infestación de ratas o ratones. El tamaño y la textura aportan información para determinar que tipo de infestación es y cómo es de reciente. Las ratas producen alrededor de 40 excrementos diariamente de unos 10mm, mientras que los ratones unos 80, de unos 4mm y más delgados.
Las manchas en superficies o suelos originadas por el contacto regular con la piel de los roedores es otro indicio. Ratas y ratones son criaturas de hábitos y siempre siguen la misma ruta (como técnica para evitar a sus depredadores) manteniendose cerca de la pared. En sus zonas de paso es posible encontrar señales de grasa de la piel del roedor.
Para desgastar y afilar sus dientes de crecimiento continuo, los roedores roen madera u otros elementos. Asi que madera recien roida junto a alimentos dañados son otro indicio de infestación, asi como papel o etiquetas troceadas utilizadas frecuentemente por los ratones para anidar.
Dado que las ratas son fóbicas ante cualquier cosa nueva en su entorno, es importante no tocar nada antes de realizar el tratamiento y eliminarlas, de lo contrario se corre el riesgo de que se propaguen alrededor.
Cucarachas.
Las cucarachas son activas especialmente durante la noche. Pasan el dia agrupadas en sus cobijos, enviando mensajes a través del olor de sus heces para que otros individuos de su especie se unan a ellas.
El riesgo de contaminación de alimentos por las cucarachas proviene de sus desplazamientos de manera indiscriminada entre la suciedad y la comida, arrastrando los patógenos a su paso. Las cucarachas también regurgitan la comida y manchan los materiales con su olor característico.
Los locales infestados pueden tener excrementos y fragmentos de su exoesqueleto. Las cucarachas pueden encontrarse a menudo en los puntos donde las tuberias cruzan las paredes, dentro de armarios, detrás de los azulejos de la pared o incluso en el interior de los enchufes.
Las infestaciones grandes pueden pasar desapercibidas ya que estan completamente ocultas durante el dia. Pueden identificarse buscando rayas marrones de excrementos liquidos sobre superficies, iluminando o aplicando un aerosol sobre posibles cobijos, o realizando una inspección de noche, mientras salen en busca de alimento.
¿Que hacer una vez descubierto el problema?
La identificación precisa de la especie de plaga y el conocimiento práctico del comportamiento de ésta determinará el siguiente paso del profesional del control de plagas.
Cuanta más información sobre el contexto este disponible para el profesional, más efectiva será la intervención. Por este motivo, la elaboración de informes y el mantenimiento de registros son claves para el control integrado de plagas. Es necesario documentar señales y avistamientos de la plaga, asi como los tratamientos realizados y la situación de cebos y trampas.
La situación del entorno a controlar es igualmente importante. Prevenir la entrada de plagas en las instalaciones es la forma más efectiva del control integrado de plagas. Es importante evaluar si existen alrededor elementos que atraigan a las plagas, como líneas de ferrocarril, vertederos u otros factores favorables a la creación de nidos.
Todas las plagas tienen una cosa en común: buscan comida, calor y cobijo. Los alimentos expuestos durante la noche, los recipientes de comida no lavados, los restos de comida o los envases usados atraen a las plagas, por lo que es necesario llevar a cabo programas de inspección y limpieza. Las áreas de almacenamiento y los contenedores deben mantenerse limpios. Los posibles accesos, como los huecos debajo de las puertas o los agujeros, deben ser bloqueados.
Es habitual el acceso de plagas en locales con alimentos a través de la entrega de mercancias, en máquinas de segunda mano o en los palets de madera. Esta es también una forma de introducción de especies exóticas, que pueden llegar a desarrollarse en condiciones propicias.
La resistencia desarrollada a biocidas químicos y la disminución de sustancias activas biocidas aprobadas por la legislación (Directiva de biocidas) es un problema para la industria del control de plagas. Por ejemplo, la práctica habitual en la industria alimentaria de colocar cebos rodenticidas anticoagulantes en el perímetro alrededor de las instalaciones ya no será posible, ya que, debido a riesgos ambientales, la Directiva de biocidas prohibe en principio el uso de este tipo de rodenticidas en exteriores.
Este hecho revierte en una mayor necesidad de monitorización, inventiva y dedicación de tiempo por parte del controlador; visitas más frecuentes, uso de trampas físicas y una calibración muy exacta del tipo de biocida y de la dosis utilizada.
Escoger una empresa de control de plagas.
Teniendo en cuenta los riesgos potenciales de salud pública planteados por las plagas, una de las consideraciones más importantes para la industria alimentaria es la forma de elegir correctamente una empresa proveedora de servicios de control de plagas.
Es necesario establecer un protocolo escrito de actuación con la frecuencia de visitas e indicadores claves del rendimiento. Asimismo, la empresa debe estar inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas/Biocidas, el personal técnico debe estar cualificado y debe poseer el carné oficial que le certifique como especialista y los productos biocidas utilizados deben estar registrados y autorizados por el Ministerio de Sanidad.
Fuente: www.higieneambiental.com
Un articulo publicado en la revista Alexo, editada por la British Pest Control Association, hace hincapié en los serios riesgos de salud que suponen la presencia de plagas como ratas o cucarachas en lugares donde se producen, almacenan o comercializan los alimentos y destaca aspectos a tener en cuenta para afrontar las infestaciones en el sector alimentario.
Tolerancia cero.
Cuando se trata de alimentos y plagas, no pueden existir errores. En caso de contaminación de alimentos o superficies de trabajo con patógenos provenientes de la piel o el intestino de plagas no sólo pueden provocar serias enfermedades sino también la posible pérdida de reputación, el desperdicio de alimentos y en última instancia el cierre de un negocio.
La detección y el control de plagas es uno de los aspectos que más preocupan a los inspectores en el sector alimentario, ya que la cantidad de patógenos que las plagas pueden transmitir es elevada. Tan sólo los roedores: Salmonella, Listeria, E.coli, Cryptosporidium, leptospirosis y toxoplasmosis.
Una buena herramienta para evitar la propagación de plagas en el sector de la alimentación es la guia Pest Control Procedures in the Food Industry, publicada por el Chartered Institute of Environmental Health (Reino Unido), en la que, además de explicarse los principios del control de plagas en el sector, se realiza una descripción del comportamiento de aquellas plagas que más comúnmente afectan a la industria alimentaria.
El control integrado de plagas es un enfoque sistemático, basado en buenas prácticas de limpieza, inspección y vigilancia junto a métodos de control físicos y químicos, así como una buena gestión del entorno. Esta tarea se basa en la participación activa y los conocimientos de los profesionales del control de plagas y de aquellos que trabajan en la industria alimentaria.
Conocer al enemigo.
La clave de este enfoque es conocer al enemigo y una detección precoz. Los excrementos de roedores suelen ser la primera señal de una infestación de ratas o ratones. El tamaño y la textura aportan información para determinar que tipo de infestación es y cómo es de reciente. Las ratas producen alrededor de 40 excrementos diariamente de unos 10mm, mientras que los ratones unos 80, de unos 4mm y más delgados.
Las manchas en superficies o suelos originadas por el contacto regular con la piel de los roedores es otro indicio. Ratas y ratones son criaturas de hábitos y siempre siguen la misma ruta (como técnica para evitar a sus depredadores) manteniendose cerca de la pared. En sus zonas de paso es posible encontrar señales de grasa de la piel del roedor.
Para desgastar y afilar sus dientes de crecimiento continuo, los roedores roen madera u otros elementos. Asi que madera recien roida junto a alimentos dañados son otro indicio de infestación, asi como papel o etiquetas troceadas utilizadas frecuentemente por los ratones para anidar.
Dado que las ratas son fóbicas ante cualquier cosa nueva en su entorno, es importante no tocar nada antes de realizar el tratamiento y eliminarlas, de lo contrario se corre el riesgo de que se propaguen alrededor.
Cucarachas.
Las cucarachas son activas especialmente durante la noche. Pasan el dia agrupadas en sus cobijos, enviando mensajes a través del olor de sus heces para que otros individuos de su especie se unan a ellas.
El riesgo de contaminación de alimentos por las cucarachas proviene de sus desplazamientos de manera indiscriminada entre la suciedad y la comida, arrastrando los patógenos a su paso. Las cucarachas también regurgitan la comida y manchan los materiales con su olor característico.
Los locales infestados pueden tener excrementos y fragmentos de su exoesqueleto. Las cucarachas pueden encontrarse a menudo en los puntos donde las tuberias cruzan las paredes, dentro de armarios, detrás de los azulejos de la pared o incluso en el interior de los enchufes.
Las infestaciones grandes pueden pasar desapercibidas ya que estan completamente ocultas durante el dia. Pueden identificarse buscando rayas marrones de excrementos liquidos sobre superficies, iluminando o aplicando un aerosol sobre posibles cobijos, o realizando una inspección de noche, mientras salen en busca de alimento.
¿Que hacer una vez descubierto el problema?
La identificación precisa de la especie de plaga y el conocimiento práctico del comportamiento de ésta determinará el siguiente paso del profesional del control de plagas.
Cuanta más información sobre el contexto este disponible para el profesional, más efectiva será la intervención. Por este motivo, la elaboración de informes y el mantenimiento de registros son claves para el control integrado de plagas. Es necesario documentar señales y avistamientos de la plaga, asi como los tratamientos realizados y la situación de cebos y trampas.
La situación del entorno a controlar es igualmente importante. Prevenir la entrada de plagas en las instalaciones es la forma más efectiva del control integrado de plagas. Es importante evaluar si existen alrededor elementos que atraigan a las plagas, como líneas de ferrocarril, vertederos u otros factores favorables a la creación de nidos.
Todas las plagas tienen una cosa en común: buscan comida, calor y cobijo. Los alimentos expuestos durante la noche, los recipientes de comida no lavados, los restos de comida o los envases usados atraen a las plagas, por lo que es necesario llevar a cabo programas de inspección y limpieza. Las áreas de almacenamiento y los contenedores deben mantenerse limpios. Los posibles accesos, como los huecos debajo de las puertas o los agujeros, deben ser bloqueados.
Es habitual el acceso de plagas en locales con alimentos a través de la entrega de mercancias, en máquinas de segunda mano o en los palets de madera. Esta es también una forma de introducción de especies exóticas, que pueden llegar a desarrollarse en condiciones propicias.
La resistencia desarrollada a biocidas químicos y la disminución de sustancias activas biocidas aprobadas por la legislación (Directiva de biocidas) es un problema para la industria del control de plagas. Por ejemplo, la práctica habitual en la industria alimentaria de colocar cebos rodenticidas anticoagulantes en el perímetro alrededor de las instalaciones ya no será posible, ya que, debido a riesgos ambientales, la Directiva de biocidas prohibe en principio el uso de este tipo de rodenticidas en exteriores.
Este hecho revierte en una mayor necesidad de monitorización, inventiva y dedicación de tiempo por parte del controlador; visitas más frecuentes, uso de trampas físicas y una calibración muy exacta del tipo de biocida y de la dosis utilizada.
Escoger una empresa de control de plagas.
Teniendo en cuenta los riesgos potenciales de salud pública planteados por las plagas, una de las consideraciones más importantes para la industria alimentaria es la forma de elegir correctamente una empresa proveedora de servicios de control de plagas.
Es necesario establecer un protocolo escrito de actuación con la frecuencia de visitas e indicadores claves del rendimiento. Asimismo, la empresa debe estar inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas/Biocidas, el personal técnico debe estar cualificado y debe poseer el carné oficial que le certifique como especialista y los productos biocidas utilizados deben estar registrados y autorizados por el Ministerio de Sanidad.
Fuente: www.higieneambiental.com
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