Se denomina así a un conjunto de enfermedades infecciosas que predominan en regiones ubicadas entre los trópicos y/o cercanas a ellos (áreas subtropicales), ya que debido a las condiciones ambientales (temperaturas promedio de 32 a 37º C, humedad relativa alta, gran cantidad y biodiversidad de seres vivos, etc.) un gran número de microorganismos patógenos logran diseminarse muy fácilmente en esta zona del planeta.
A nivel mundial se considera que existen actualmente 17 patologías de este tipo, de las cuales en Argentina las de mayor relevancia son: Chagas, Dengue, Fiebre Amarilla, Leishmaniasis, Paludismo, Cólera, Helmintiasis, Lepra y Esquistosomiasis.
Una gran parte de estas patologías se transmiten a través de vectores: insectos o animales que hacen las veces de “transportes” de parásitos, bacterias o virus patógenos para otros animales y/o los seres humanos. Por ej: a través de la picadura de un insecto que ocasiona la transmisión del agente infeccioso por medio del intercambio subcutáneo de sangre. Ello hace que sean menos frecuentes en climas templados, ya que durante las estaciones frías los vectores se ven forzados a hibernar.
Las transformaciones que el hombre viene ejerciendo sobre la naturaleza (deforestación, alteración de ecosistemas para el usufructo humano, contaminación ambiental); el cambio climático, con aumento de temperaturas promedio y condiciones de humedad; los movimientos migratorios masivos desde regiones tropicales a otras más distantes; los permanentes traslados aéreos de diversos puntos del planeta; sumado a las condiciones de vulnerabilidad y precariedad sanitaria en que viven millones de personas alrededor del mundo, han llevado a una incidencia progresivamente globalizada de tales enfermedades.
Debido a la dificultad de prevenir y/o controlar este tipo de dolencias –en gran medida por la escasez de recursos económicos, sanitarios e infraestructura adecuados en los países que más las padecen-, éstas afectan a un número muy importante de personas en todo el mundo: de hecho, se estima que al menos 1 de cada 6 padece alguna de ellas.
A menudo se las considera como “enfermedades negligenciadas” o “desatendidas”, ya que afectan en mayor medida a las poblaciones pobres y marginadas, no representan una prioridad para los desarrollos e innovaciones científicas a nivel mundial. Muestra de ello es que, pese a su magnitud, existen muy pocos medicamentos registrados para su tratamiento.
Para la prevención, eliminación y erradicación de las patologías tropicales es necesario adoptar un enfoque con énfasis en los determinantes de la salud, abordando aspectos no sólo vinculados al acceso al tratamiento, sino al mejoramiento del medio ambiente (servicios de agua, saneamiento y vivienda).
1.000 millones de personas en el mundo padecen una o más enfermedades tropicales.
230 millones corresponden a la región de las Américas.
Menos del 1% de los casi 1400 medicamentos registrados entre 1975 y 1999 servían para tratar enfermedades tropicales.
Fuente: www.msal.gov.ar/inmet
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