jueves, 3 de agosto de 2017

Picaduras de insectos en la vida al aire libre.

Dr. Ricardo Néstor Martínez

La vida al aire libre tiene, a veces, complicaciones desagradables: una de ellas está constituída por las picaduras de insectos. Mosquitos, jejenes, hormigas crean un problema que no siempre es fácil de solucionar. Algunas picaduras no tienen más trascendencia que las molestias locales; otras pueden legar a tener gravedad y poner en peligro la vida de la víctima.

Panal de camoatí  (Foto: Sertox)

La llamada picadura por mosquitos, hormigas, moscas, etc., produce casi siempre enrrojecimiento y tumefacción en la zona de la lesión, pero en algunas oportunidades aparecen prurito, urticaria y edema generalizado; aún así el cuadro casi nunca tiene características de gravedad.

En cambio, las picaduras con introducción del aguijón del insecto, tienen más importancia: es el caso de abejas, avispas y abejorros. En el momento de picar, la abeja pierde su aguijón, que queda clavado en la víctima. Habitualmente se produce eritema (enrrojecimiento), tumefacción y dolor locales. Pero pueden aparecer síntomas más graves, tales como sensación de intenso calor en todo el cuerpo, dolores en las articulaciones, opresión torácica, dificultad respiratoria, etc.

Como evitar las picaduras.

Es notorio que los insectos atacan habitualmente a algunas personas e ignoran a otras. Si usted integra el grupo de los preferidos por mosquitos y jejenes, poco puede hacer para pasar definitivamente al otro sector. Aún así, puede obtener buenos resultados si aplica los siguientes consejos, sencillos y efectivos:

-Evite la ropa oscura. El blanco y los colores luminosos son menos provocativos para los insectos.

-Evite ropas de cuero, franela, tweed o telas rugosas.

-A los niños muy sensibles a las picaduras es conveniente vestirlos con pantalones largos y blusas o camisas de mangas largas.

-En las zonas de piel expuestas a las picaduras puede aplicarse alguna loción repelente de insectos, que se adquiere en cualquier farmacia o perfumería.

-Si viaja a una zona en que abundan mosquitos y jejenes, comience a tomar dos días antes vitamina B1 (una gragea 2 veces por día). Esta vitamina se elimina por el sudor y le confiere un olor particular, que ahuyenta a los insectos. Recuerde, además, que algunos olores, tales como los del sudor, perfumes y pomadas, los atraen.

Tratamiento de las picaduras.

A pesar de todas las precauciones, nadie tiene inmunidad absoluta contra los insectos. En caso de picaduras que resulten molestas, tome las siguientes medidas:

1) Aplique paños de agua fría (a las que puede agregar algunas gotas de vinagre) sobre la zona de la lesión.

2) Puede aplicarse localmente una pomada con antihistamínicos o corticoides.

3) Si no cuenta con los elementos anteriores, es útil la aplicación de lociones antipruriginosas.

4) Evitar el rascado.

Picaduras por abejas.

Las picaduras por abejas merecen ser consideradas aparte. Ya mencionamos que, al picar, la abeja deja insertado su aguijón en la víctima. Proceda así:

1) Retire el aguijón mediante movimientos de rascado con una navaja, la uña o pinza de depilar.

2) Limpie el área de picadura con una gasa embebida en antiséptico (alcohol yodado).

3) Aplique una compresa de agua fría. Puede sumar el tratamiento que hemos señalado para las picaduras por mosquito.

Pero al tratar una persona picada por abejas recuerde que puede desencadenarse un cuadro de extrema gravedad: recurra a una sala de primeros auxilios o al médico más cercano.

Algo para recordar.

Antes de partir de viaje, controle si lleva en su botiquín los elementos que hemos señalado, puede necesitarlos en cualquier momento.

Además, en algunos lugares es conveniente tener una buena provisión de espirales antimosquitos. Y un detalle que conviene observar con tiempo: el buen estado de los mosquiteros de las carpas.


Fuente: Revista Week End Nº 2, noviembre/ 1972.

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