miércoles, 26 de julio de 2017

Guantes protectores.

Los guantes protectores son los elementos más importantes del equipo de seguridad requerido en cualquier actividad que se relacione con el manipuleo y/o aplicación de plaguicidas. Deberán usarse siempre que haya riesgo de contaminación cutánea, debiendo estar accesibles ante cualquier emergencia (accidentes y derrames de productos químicos).

Los guantes deberán ser siempre de puño largo, usados bajo la manga del overall y no guantes cortos que terminan en la muñeca. Los guantes muy gruesos pueden ser demasiado pesados e inflexibles para el manejo eficiente, mientras que los guantes muy delgados pueden ser fácilmente dañados y no son económicos. Los guantes que tienen un forro de género no son recomendables porque la goma puede ser dañada y permitir que el forro se impregne con el plaguicida.

Foto:  www.mapa-pro.es


Tipos de guantes protectores.

Hay diferencia entre un guante de goma nitrilo, PVC o neoprene, aunque el neoprene sea generalmente el preferido. Los guantes de PVC son resistentes a la abrasión pero tienden a fisurarse y a perder impermeabilidad con el paso del tiempo. Los guantes de goma nitrilo son más resistentes y duraderos, aunque también luego de un tiempo se endurecen y resquebrajan.

Los hidrocarburos aromáticos y halogenados (solventes) atacarán todo tipo de guantes naturales y sintéticos. Si ocurre tumefacción, cambiar por otro par, permitiendo al guante tumefacto secarse y retornar a lo normal.

Limpieza de guantes después del uso.

Inmediatamente después del uso los guantes deberán lavarse bien con jabón o detergente y agua, antes de ser sacado de las manos. Después de sacarlos, se invertirán de adentro hacia afuera y nuevamente serán bien lavados, enjuagados, secada la goma y, luego, permitir su secado total en un lugar bien ventilado, antes de guardarlos nuevamente en el armario de los equipos de seguridad.

Si se han manejado plaguicidas organofosforados, los guantes deberán sumergirse en solución alcalina por lo menos 8 horas. Enjuagar y secar luego de volver a usarlos.

Test de averías.

Durante el período de enjuague los guantes deberán sostenerse inflados con la punta bajo el agua y firmemente estrujados, para revisar que no se hayan producido pinchaduras o averías (salida de burbujas). Si están dañados deben ser descartados.


Fuente: Guías de seguridad relacionadas con el almacenamiento, distribución, comercialización y uso de plaguicidas. En: "Boletín de Plaguicidas" Nº 24, junio/ 1984, Centro de Investigación y Asistencia Toxicológica - CIAT, Buenos Aires.

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